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JUAN CARLOS TUERO
Vuelta al trabajo presencial en el Principado, pero atención con cita previa

Vuelta al trabajo presencial en el Principado, pero atención con cita previa

La plantilla de la administración regional abandona el teletrabajo, opción que sigue sin regular y que deja fuera al personal sanitario, educativo y judicial

Chelo Tuya

Gijón

Lunes, 10 de mayo 2021, 20:13

Los casi 44.000 empleados públicos de la región, la inmensa mayoría pertenecientes al Principado, volvieron este lunes al trabajo presencial. Con el fin del estado de alarma llegó, también, el fin de la excepcionalidad que permitía el teletrabajo dentro de la administración. Un cambio que, no obstante, no afecta a la ciudadanía que necesita acudir a los servicios públicos. Se mantiene la cita previa para la atención personalizada. Mientras dure la pandemia, la opción de acudir a la oficina y solicitar turno seguirá descartada.

Lo que también está descartado, por el momento, es que continúe el teletrabajo. Salvo los colectivos formados por personal de riesgo, que seguirán teletrabajando hasta que el proceso de vacunación alcance sus más altas cotas, y aquellas personas que necesiten conciliación familiar debido al cuidado de un enfermo de covid, el resto de los 40.354 funcionarios y personal laboral de la Administración regional y los 3.000 de la estatal volvieron ayer a sus puestos de trabajo.

Hay una tercera excepción: los que ocupan dependencias que no cumplen con los requisitos marcados por la legislación vigente en materia de protección covid. Los equipos de Prevención de Riesgos Laborales de ambas administraciones han sido los encargados de identificar esos puestos de trabajo que deben seguir sin ocupante presencial.

«Pero hablamos de cifras muy bajas, casi testimoniales», explicó Patricia Blanco, de CSIF. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios ostenta la presidencia de la junta de personal de la Administración regional. Para la CSIF, la jornada de ayer se llevó a cabo con normalidad y las únicas colas que se registraron «fueron de los trabajadores del Easmu intentando acceder a sus puestos de trabajo, ya que solo se permite entrar de uno en uno en el ascensor».

La junta de personal mantuvo un nuevo encuentro con los responsables del Principado para intentar desbloquear el decreto de teletrabajo que Asturias tiene pendiente. «Van ya fuera de plazo, puesto que tendría que haber entrado en vigor antes de hoy, pero nos hemos emplazado a una nueva reunión el jueves».

La Administración del Estado ya cerró su propio acuerdo, que alcanza a los 2.500 funcionarios y 400 empleados públicos que hay en Asturias. Ellos podrán optar a teletrabajar de manera voluntaria tres días a la semana, mientras que los dos días restantes serán de carácter presencial. Esta opción será voluntaria y reversible y solo para aquellos que desempeñan empleos susceptibles de ser realizados de forma telemática. Quedan fuera el Ejército, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como los funcionarios del Estado en Sanidad, Educación y Justicia.

Estas tres últimas ramas también quedarán vetadas para el teletrabajo en la Administración regional. «No lo entendemos», asegura Patricia Blanco, «ya que durante la pandemia, personal de estos colectivos sí ha teletrabajado. Si era posible en pandemia, ¿por qué no va a ser posible en la 'nueva normalidad?», se pregunta. En esa línea, defiende que el Principado «debe realizar un mapa de puestos de trabajo» y decidir cuáles son susceptibles de poder realizarse telemáticamente, «independientemente del área en que se realice».

Líneas rojas

El borrador propuesto ayer por la Administración sigue dejando fuera al personal sanitario, educativo y judicial del teletrabajo, además de limitar a solo dos días a la semana la opción y obligar a que se solicite con dos meses de antelación. Fija, además, un periodo máximo de un año para realizar las funciones desde casa, divididas en dos semestres.

«Para nosotros esa es una de las líneas rojas del decreto. No tiene sentido ni la petición con antelación ni, sobre todo, el límite de un año para desarrollar esta función. Si se ha demostrado que se puede, no hay causa para modificarlo a posteriori».

Apunta Blanco que la opción del teletrabajo puede servir como un elemento para fijar población en los lugares con mayor caída demográfica de la región. «Un funcionario con plaza fija, normalmente, no pediría un puesto en esas zonas más despobladas. Sin embargo, sí lo haría teletrabajando». En la negociación, pendiente también la compensación por el uso de material personal y la desconexión digital.

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