Vuelta a las aulas en Asturias | «La mitad de los alumnos se quedarán descolgados con la semipresencialidad»

-Infantil y Primaria han empezado. ¿Qué sensación tiene?

-Estoy muy contenta. Siempre aposté por arrancar, contra viento y marea.

-Había familias que habían dicho que no llevarían a sus hijos.

-De muchos sitios nos llegaban las bondades de hacerlo desde casa, pero nuestra federación siempre ha defendido la equidad, y la equidad no se consigue diciendo 'el que pueda hacerlo en casa, que lo haga, y el que no, que se arregle'. Es de una falta de concepto de lo que es la escuela pública de todos y para todos... O vamos todos, o ninguno.

-El inicio se retrasó del día 10 al 22. ¿Apoyaron la medida?

-No es que hubiera apoyos o no, es que dijeron que se retrasaba y ya está. Escuchamos la disculpa de que era para hacer las PCR, cosa que no nos creímos nadie, pero la cuestión es que no estaba todo organizado. Fuimos los últimos en empezar, pero no por eso los más seguros. Estamos bastante enfadados por cosas en las que se han echado atrás. Por ejemplo, han dejado en manos de los colegios mantener la jornada partida en los colegios públicos. Eliminarla es una vieja reivindicación de esos centros y como no lo conseguían como indica la normativa, están aprovechando esta situación. Todo esto no va a quedar así, al menos por nuestra parte.

-Lleva mucho tiempo intentando abrir el debate de la jornada, los horarios, el calendario...

-El calendario... Dijeron que había que retrasarlo y no dijimos nada, tiramos todos del carro. Pero ahora son 175 días lectivos en lugar de 177, ¡ya nos 'guindaron' dos días! Pedimos más de 200 días de colegios abiertos, y no hablamos de derechos laborales, que nadie se confunda. Si piensan que somos tontos y no lo vimos, se equivocan. Lo que somos es responsables.

-Dice que la jornada continua no resultó tan bien como se dice.

-No. Desde el sector profesorado siempre se vendió la jornada continua como pedagógicamente muy buena. Pero lo que está demostrado es que es todo lo contrario. Otra cosa es que sean intereses laborales, pero de pedagogía que no nos hablen. Y no estoy hablando de conciliación, que también, sino de enseñanza.

-Habla de intereses profesionales. En estos meses ha tenido algunos desencuentros con el profesorado.

-Hicimos una encuesta entre las familias y el resultado era muy claro: había profesorado que no había aparecido en toda la pandemia y profesorado que se dejó la vida. Eso no puede ser.

-Pero son los docentes los que han conseguido arrancar bien, ¿o no?

-Sí, sí, hay que quitarse el sombrero ante el trabajo de los equipos directivos y los profesores. Pero también ante las familias. Lo que digo es que hay que ir un poco más allá: la economía de este país se va a ver muy resentida, como para tener ahora exigencias de otro tipo. Y yo soy funcionaria. Estamos preparando una carta muy seria para la consejería y el presidente por la semipresencialidad. Lo llevo diciendo desde junio: había que tener cuidado con eso y con los libros de texto. Pues nada. Hay centros que han exigido cambiar los libros, hay que tener cara.

-¿No estamos listos para esa semipresencialidad?

-Es sentido común. La experiencia de la enseñanza telemática fue un desastre. Y ahora, sabiéndolo, repetimos. La mitad del alumnado se va a quedar descolgado porque el curso va a ser un desastre. Que no me hablen de espacios. Los centros no pueden cerrar a las dos de la tarde con la que está cayendo. Tienen que hacer turno de mañana y de tarde. En la mayoría de comunidades están garantizando la presencialidad en todas las etapas. No podemos dejar en tierra de nadie a los estudiantes en un momento crucial de sus vidas. No podemos permitirnos que se nos escape una generación.

-¿Cree que la consejería y las administraciones, en general, han estado a la altura?

-No, porque hay poca inversión. Aunque también hay que optimizar los recursos, no se puede meter inversión y que solo sea para mejoras de algunos...

-Los sindicatos anuncian movilizaciones.

-También se movilizaron los estudiantes después de estar todo el verano por ahí...

-¿Las familias no se movilizan?

-De momento, no. Y si lo hacemos será por la equidad y la calidad de la escuela pública. Y por la optimización de los recursos públicos, no por cuestiones individuales.

-Con el curso ya en marcha, ¿ahora qué?

-Pido no bajar la guardia y no perder de vista el centro de todo: la educación. Se perdió el foco de atención. Y a las familias le mando un mensaje de unidad. Si estamos unidos, las asociaciones de padres somos el colectivo más numeroso de España.