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«Ya no tenemos que ir a Santander para volar barato». Adrián Hortal, gijonés, fue el primero en pronunciar una frase muy repetida ayer en el aeropuerto de Asturias. El aeropuerto cántabro y, también los de Bilbao o Santiago habían sido los utilizados para volar ... a Dublín por los viajeros que tomaron tierra en Asturias en el primer vuelo desde la capital irlandesa con el Principado. El vuelo utilizado por Ryanair para promocionar su vuelta a la región, donde operará cinco rutas. Tres con apoyo económico del Principado (Düsseldorf, Roma y Bruselas) y dos por cargo a su cuenta de resultados (Londres y Dublín).
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El primer vuelo de esta última fue objeto de celebración en el aeropuerto de Asturias. Los 176 pasajeros fueron recibidos a pie de pista por el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo; la portavoz en España y Portugal de la compañía, Elena Cabrera; así como el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, y el director del aeropuerto, Carlos San Martín. Además del equipo de Turismo, que regaló un obsequio a cada viajero según bajaban de la escalerilla.
La primera fue Sara Fiallega, una joven gallega «soy de Foz», que vuelve de pasar el puente «en Dublín. Para ir tuve que hacerlo con escala, pero para volver ya lo hice directamente a Asturias, que es un aeropuerto que me gusta mucho». Reconoció ella que «para nosotros (los lucenses) es mejor este aeropuerto, que nos queda a solo una hora», antes que los de A Coruña, Santiago o Vigo.
Tras ella llegó Hortal, quien recordó que, hasta ahora, «teníamos que ir a Santander para volar barato a Londres o Dublín». Incluso más lejos, a Bilbao, fue la familia Barón Rodríguez. «Con Air Lingus, desde Bilbao, nos costó casi 200 euros a cada uno de los tres. La vuelta, directa a Asturias con Ryanair, 40 euros por persona», explicó la matriarca, Marta Rodríguez. «Además de lo que nos costó llegar a Bilbao», precisó.
Lo mismo dijo uno de los viajeros más jóvenes. Álvaro Permuy, de Gijón, viajó con su padre «a ver a mi hermana, en Dublín». Además de la estancia, le gustó mucho más «este viaje», que el de ida: «Tuvimos que ir en coche de alquiler hasta Bilbao y, allí, coger el avión. Mucho mejor la vuelta», resumió.
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