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Embarcaban a las 6.45 de la mañana. Tenían billete para el primer vuelo matinal desde Barcelona a Asturias, el que despega del aeropuerto de El Prat a las 7.25. De hecho, el vuelo despegó, pero sin cuarenta de sus clientes. La compañía operadora, Vueling, había vendido más billetes que plazas disponibles, así que 40 viajeros con destino a Asturias se quedaron en tierra.
El enfado de los afectados fue en aumento al comprobar que las únicas opciones pasaban por llevarles a aeropuertos como los de Bilbao o Santander y luego continuar en autobús ruta hacia Asturias. Al final, la única posibilidad de llegar en avión desde Barcelona a Asturias que les ofreció la compañía fue hacerlo en el vuelo nocturno, previa escala en Palma de Mallorca.
Ana Méndez, madre de una de las afectadas, asegura que, además del 'overbooking', los pasajeros se encontraron con que la compensación económica para pasar el día en el aeropuerto barcelonés «ha sido un vale de 4,40 euros. Con ese dinero no se puede pagar ni un café con pincho». De hecho, la comida más barata fue una café con un trozo de empanada «que costó 5,75. Todavía tuvieron que poner 1,35 euros de su bolsillo».
Recuerda Méndez que «los problemas con Vueling son habituales, porque cuando no cancela un vuelo, lo retrasa» y cree que la respuesta de la compañía a los clientes «no es aceptable».
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