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«Vivo pegada al móvil como quien lo hace a una botella de oxígeno: me salva la vida»

Una víctima, que fue apuñalada por su expareja, narra su experiencia a EL COMERCIO tras dos años con la protección telemática Atenpro

CH. TUYA

GIJÓN.

Lunes, 1 de abril 2019, 04:46

Hubo momentos de felicidad. No todo era perfecto, porque él parecía disfrutar haciendo daño a los animales, pero eran felices. Nada cambió con el primer hijo. El infierno empezó a vislumbrarse en el embarazo del segundo. «Ya hubo algún que otro empujón». Recién parida, llegó ... el primer bofetón. «Con la mano abierta, en toda la cara. Tuve la mejilla y la mandíbula dolorida varios días». A partir de ahí, el horror: sexo a la fuerza. «Yo decía que no, pero él decía que mandaba», palizas -«arrástrala por el pelo, que así no le dejas marcas», afirma que le recomendaba su suegra a su maltratador-, castigos a los hijos, tortura a las mascotas hasta el golpe final: «Me cosió el cuerpo a puñaladas».

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