Una persona duerme en la entrada de un banco en Avilés. MARIETA

La vivienda, uno de los «principales factores generadores de pobreza» en Asturias

Un 17% de los asturianos no puede permitirse tener la casa a una temperatura adecuada durante los meses de invierno

Olga Esteban

Gijón

Sábado, 19 de octubre 2024, 02:00

«Terrible», «demoledora»... Las entidades sociales que trabajan día a día con los rostros que hay detrás de las cifras casi no encuentran adjetivos para describir la situación que describe el Informe AROPE sobre el estado de la pobreza en España y en Asturias. Ese ... informe que, un año más, revela que uno de cada cuatro asturianos están en riesgo de pobreza o exclusión. 250.000 personas. El mismo informe que determina que la vivienda se «ha convertido en uno de los principales factores generadores de pobreza y afecta a una parte significativa de la población». El mismo que recoge que un 17% de los asturianos no puede tener su casa a una temperatura adecuada en invierno y que un 27,5% no puede afrontar gastos imprevistos. De los trece indicadores que mide la encuesta de Privación Material y Social Severa (uno de los tres indicadores que mide el informe) la situación empeora en diez.

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Jose Antonio Llosa es coordinador del grado en Educación Social de la Facultad Padre Ossó y forma parte de la directiva asturiana de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Conoce de cerca la realidad que reflejan esas cifras y que pasa por una sociedad en la que cada vez hay más desigualdad. Y eso, a su juicio, es «lo más preocupante». Una sociedad con un reparto cada vez más desigual de la riqueza, donde la precarización del mercado laboral «campa a sus anchas», donde tener trabajo no garantiza tener una vida digna y donde encontramos una «bolsa cada vez más grande de personas con un poder adquisitivo bajo o muy bajo».

La situación, dice Llosa, «enraiza directamente con la problemática de la vivienda», cuestión en la que «cualquiera puede tener problemas». De hecho, por estadística (recordemos, uno de cada cuatro asturianos está en riesgo de exclusión) todos tenemos cerca a alguien con dificultades.

El problema de la vivienda también lo conocen bien en Mar de Niebla, donde las peticiones de ayuda para encontrar casa son constantes, explica Rocío Álvarez, codirectora, consciente de que poca ayuda pueden ofrecer ya en la entidad en cuanto a la búsqueda en el mercado inmobiliario, un acompañamiento que antes sí podían hacer. «No hay pisos en alquiler y, los que hay, son inasumibles». Dice el informe AROPE que el gasto medio en hipoteca y alquiler se ha igualado. Solo hay que ver un dato económico: los desahucios se han duplicado en Asturias por el impago de alquileres.

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En Cáritas, cuya visión es la de «quienes lo están pasando peor», esos que sufren lo que los informes califican de 'pobreza severa', también conocen bien esa Asturias en la que «muchas familias tienen una situación muy adversa», especialmente «familias con niños», familias «con empleos muy precarios y salarios muy bajos», que tienen carencias materiales severas y que «no pueden afrontar los gastos de la vivienda». Lo explica Pilar Díaz Cano, responsable de Análisis y Estudios de Cáritas quien, como Jose Antonio Llosa, pone el acento no tanto en las cifras sino en lo que reflejan: «Una sociedad muy desigual», que el propio presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño, tachó de «ricos y pobres».

Aunque digan las estadísticas que Asturias tiene una renta superior a casi todas las comunidades, las entidades sociales piden ir a la 'letra pequeña', a todas esas «familias que tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes», a las que se han retrasado «en el pago de los gastos de la vivienda o de las compras a plazos», a los que «no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días». Este último índice ha pasado del 3,5 al 5,1% de los asturianos en solo un año.

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En cuanto a la vivienda, desde Cáritas advierten de algo más: «Las familias que menos recursos tienen son las que mayor porcentaje destinan a la vivienda. Hasta un 70% quienes están en situación de pobreza severa. ¿Qué les queda para vivir?».

Las mujeres y los menores son, una vez más, quienes más sufren la situación. Pilar Díaz lanza un dardo en forma de pregunta: «Si tenemos en cuenta que los niños son el bien más preciado de una sociedad, y son los que más padecen la desigualdad, ¿qué sociedad estamos construyendo?»

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