El rector pide «más mecenazgo» y mejores sueldos para los titulados a las empresas

Así, el rector elogió «la colaboración entre la empresa y la universidad», si bien reclamó que «tenemos que crecer mucho en mecenazgo, hay que conseguir que se lo normal, y para eso es necesario que las empresas tengan incentivos fiscales para el mecenazgo y también que tengan un retorno» en la forma de investigaciones con aplicación directa a las necesidades de la empresa. «No hay una brecha tan profunda entre lo que egresamos y lo que demanda el entorno», afirmó.

Anunció, además, que «a partir de 2024 vamos a tener en la Universidad de Oviedo una oficina de captación de fondos privados y de mecenazgo». Todo ello, sin dejar de recordar que «sí que tenemos un número importante de personas privadas y de empresas que ya ejercen el mecenazgo», entre los que destacó como ejemplo a «Francisco Rodríguez, de Ilas».

A los 58 estudiantes premiados (varios de ellos tuvieron más de un galardón), Villaverde les trasladó el compromiso de la universidad con el conocimiento: «saber más nos permitirá pensar mejor; nuestra misión como universidad es agrandar ese conocimiento y que eso nos haga mejores».

Ser mejores tanto por el efecto general que ello tiene sobre la sociedad y sobre el propio estudiante, como por, bajando a ras de tierra, por el interés de las propias empresas y los egresados como futuros profesionales.

Les recordó que el estudiante, el científico, es un ser humano que «se pregunta siempre por qué y, quizá más importante, por qué no», porque «con método y disciplina, el errar es una nueva oportunidad, y ser errático es la expresión inconsciente de un pensamiento que busca nuevas respuestas y nuevas preguntas».

En el mismo sentido, Villaverde, echando mano de las leyes de Newton como ejemplo, les espetó a los alumnos una serie de buenos consejos para la vida laboral: La primera, la de la inercia, para subrayar que «nada cambia si no hay una fuerza que lo cambie, así que no esperéis a que alguien os descubra, no esperéis a que vengan a buscaros».

Por la segunda ley de Newton, la fundamental de la dinámica, les aconsejó que «los resultados de vuestro esfuerzo siempre serán proporcionales al empeño que pongáis en ello» y por la tercera, el principio de acción y reacción, les recordó el rector que «lo que hacemos y cómo lo hacemos siempre tendrá consecuencias. En ocasiones, serán una fuerte oposición a nuestras ideas y al cambio que suponen, o incluso su rechazo frontal -en ese momento, la vicerrectora de Extensión Universitaria, Pilar García Cuetos, hacía gestos de afirmación cómplice-, lo que no puede llevaros a desfallecer. Cuanto más creamos en nuestro proyecto, cuanto más empeño pongamos, cuanto más compromiso tengamos con la idea, más atracción ejerceremos sobre nuestro entorno, mayor será la confianza ganada de terceros, más ayuda y apoyo recibiremos para hacer realidad aquello en lo que creemos», les explicó a los alumnos, con un punto de ironía final: «aplíquense ustedes las leyes de Newton, incluso los cuánticos convencidos, porque les garantizo que funcionan».

Incluso les hizo una apelación a la grande, a la Ley de Gravitación Universal, «la fuerza de atracción de dos cuerpos es proporcional al producto de sus mesas. Porque sí, cuanto más creamos en nuestro proyecto, más empeño pongamos, mayor sea nuestro compromiso, cuanta más masa resulte de la conjunción de fuerza, tesón, disciplina y método, más atracción ejerceremos sobre nuestro entorno, mayor será la confianza ganada de terceros, más ayuda y apoyo recibiremos para hacer realidad aquello con lo que soñamos».

Y en consecuencia, tras pedir a los estudiantes ese compromiso con la excelencia, se dirigió a empresas e instituciones tanto para agradecerles su apuesta por la universidad como para pedirles que «la salida al mundo laboral de nuestros estudiantes sea justa, que los empleos que se les oferten sean buenos».

Por ello, admitió que «es nuestra responsabilidad que nuestro estudiantado encuentre empleo y lo encuentre de calidad», pero también puso deberes a las empresas: «Paguen bien a nuestro estudiantado, son excelentes profesionales y aún mejores personas. Son egresados y egresadas de la Universidad de Oviedo. No hace falta más. Les aseguro que no les van a defraudar».

Por otra parte, y respecto a los relevos en el Consejo Social de la Universidad, sobre los que fue preguntado, obvió la polémica por el cese del empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón al frente del organismo de control universitario y solo apuntó que «estoy convencido de que igual que el consejo saliente ha prestado servicios muy meritorios a la universidad, el siguiente consejo también lo hará».