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El propio Víctor Madera reconoce que no se prodiga mucho en actos públicos, pero que al tratarse de «mi tierra» y la insistencia de ... amigos no se pudo negar a la invitación de pronunciar la conferencia de clausura del curso de la Academia de Medicina del Pricipado. Así que el médico ovetense, presidente de Quirónsalud y el asturiano más rico, con sitio en la lista de la revista Forbes, acudió anoche al salón de actos del Colegio de Médicos de la capital para protagonizar este solemne acto, en compañía de Julio Bobes, presidente de la entidad, y el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde.
«Nadie es profeta en su tierra, pero estamos muy ilusionados en poder construir un hospital en Gijón», señaló antes del comienzo del acto sobre los planes del grupo que preside para levantar un centro sanitario en Nuevo Gijón. «Estamos hablando con la Administración para ver si somos capaces de conseguir el solar para hacer el edificio», añadió. Sobre la capacidad de una región como Asturias para absorber más oferta privada, Madera apuntó que «no divido la medicina en pública o privada, sino en medicina buena o mala, de calidad o no, y para una medicina de calidad siempre hay espacio». El grupo que preside optó por Gijón porque «en Oviedo hay más recursos actualmente, mientras que en Gijón hay una mayor población y tiene más sentido». Madera aseguró que «aunque habrá que ajustar el proyecto final», la inversión rondará los 40 millones de euros y que se crearán entre 300 y 400 puestos de trabajo.
Ya en el atril y dirigiéndose a sus compañeros de profesión, Víctor Madera incidió en «el orgullo» que sentía por volver a Oviedo, «la ciudad donde nací». «Aunque lleve desde los 18 años fuera de aquí, siempre me sentí en mi tierra», explicó y añadió que «hay un poeta que decía que la patria radica donde hemos pasado la infancia si esta ha sido feliz y ese es mi caso». También reconoció que fue su mujer, Obdulia Fernández, que ayer lo acompañó junto a sus tres hijas, Marta, Andrea y Claudia -faltaba el varón, Rodrigo-, la que lo inspiró al elegir el objeto de su disertación. «Al no prodigarme en estos actos, no sabía muy bien de qué iba a hablar y fue ella la que me sugirió que tratara sobre los problemas que yo veía en la sanidad», comentó para lanzarse al objeto de su conferencia, titulada '¿Es sostenible el modelo actual con la medicina que viene?'.
Victor Madera señaló los dos principales retos que afronta la sanidad. «Uno es que todavía hay mil millones de personas que no tienen un sistema sanitario en el que se invierta lo mínimo, cien dólares por persona y año, para tener los servicios básicos y eso nos debería hacer pensar», señaló. El otro reto, que el médico ovetense situó en los países considerados ricos, lo forman «los avances de la medicina que viene, la predictiva y personalizada y cómo seremos capaces de conseguir la sostenibilidad del sistema sanitario». «En estos países estamos viviendo las décadas de oro de la medicina, pero tenemos que cambiar muchas cosas y hacerlas mucho mejor para poder sostener este tipo de medicina», apuntó.
Entre las soluciones que puso sobre la mesa Víctor Madera está un «cambio de paradigma». «Tenemos que ser muy conscientes de que los recursos son muy limitados y por tanto tenemos que ser muy eficientes, adecuar el rol de los profesionales, que no siempre es el adecuado, y hacer una mejor planificación de los profesionales que se van a necesitar porque la digitalización está cambiando todo», aseguró. Y se mostró contundente al afirmar que «el instrumento más potente y más eficiente para la sostenibilidad del sistema es la prevención».
El presidente de Quirónsalud se refirió a que «depende de nosotros y es un tema de educación desde casa y la escuela». «Una sociedad educada es una sociedad más justa, más solidaria y más barata», dijo. Sin embargo puso como ejemplo que «todos sabemos que el ejercicio físico es bueno para todo, hasta para no reñir -bromeó-, pero el 28% de los mayores de 16 años en su tiempo libre hacen una vida sedentaria». «Algo falla», afirmó.
Entre los avances que están revolucionando la medicina en estas «décadas doradas», enumeró la reprogramación celular, la edición genética, los estudios sobre la microbiota intestinal y los estudios sobre el cerebro, liderados en este caso por el español Rafael Yuste en Estados Unidos.
Antes de la clausura formal del curso, el presidente de la Academia de Medicina, Julio Bobes, dio las gracias a Víctor Madera, al que elogió calificándolo como «hombre discretísimo, amante de su tierra, hiperresponsable, de altísima eficiencia y pacificador».
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