Secciones
Servicios
Destacamos
M. VARELA / A. FUENTE
LANGREO / LAVIANA.
Viernes, 16 de septiembre 2022, 01:49
Dos perfiles aparentemente opuestos. Manolo, vecino de Los Cuarteles, en el concejo de Laviana, viudo minero jubilado tranquilo y prudente, según explicaban ayer usuarios del Centro Social de Pola de Laviana donde a diario solía ir a leer la prensa. Y Corsino S. M., langreano residente actualmente de un centro de mayores en el distrito de Sama con un carácter «agrio y malhumorado, al que no le costaba reñir, pero sin más», apuntan los que le conocían. Había estado en varias residencias de mayores del concejo.
Familiares y conocidos de Manolo coinciden en señalar su buen carácter, apuntaban ayer que «estaba bastante sordo y en ocasiones tenías que gritarle para que te atendiera, pero nunca ha sido agresivo, ni se alteraba con facilidad».
Allegados a su familia más cercana explicaban ayer que era viudo y que no tenía hijos, y que todos en su familia «están destrozados, no entienden nada, sufrió una caída, pero tenían ilusión en que se recuperase, el suceso les dejó rotos». «Nunca pensaron que pudiese morir y mucho menos de una forma tan violenta e inesperada, todos estamos desolados», indicaban. Y remarcaron que «tiene una hermana y sobrinos que siempre han estado atentos a lo que hacía, nunca ha estado solo ni desatendido». Los familiares recibían ayer el cuerpo de Manolo en la intimidad en el tanatorio de La Florida, en San Martín del Rey Aurelio, para acompañarlo en sus últimas horas y donde previsiblemente será incinerado.
Por su parte, sus amigos del centro social, ubicado en el centro de Pola de Laviana, explicaban que «como venía a diario ya le extrañamos el martes, pero siempre creímos que iba a volver». Enterarnos de su muerte y de esa forma tan incomprensible nos ha desorientado a todos», apuntaban. «Muchos socios no se daban cuenta de quién era, porque era muy discreto y callado, no molestaba a nadie», incidieron.
Corsino S. M. es un langreano jubilado de Duro Felguera, con un pasado reciente más complicado. «Había estado en varias residencias pero no encontraba su sitio, a veces resultaba complicado hablar con él porque solía estar malhumorado», explican sus conocidos, al tiempo que remarcan que «nunca nos podíamos imaginar que hiciese algo así, no era agresivo».
Los dos coincidieron en la tarde del pasado miércoles ingresados en el Hospital Valle del Nalgón con sus personalidades trastocadas de forma involuntaria debido a sus enfermedades. Manolo se había caído el lunes en su localidad natal, incidente que le llevó a ser ingresado en el centro hospitalario, al que llegó muy desorientado. Corsino acudía al centro aquejado por una dolencia cardiaca que lleva arrastrando hace años, «estaba algo nervioso y alterado, pero nada excepcional», explicaba el personal del centro.
El desenlace de dicha coincidencia lamentablemente se escribe con la sangre de Manolo y una inexplicable actitud de Corsino que de una forma violenta terminaba con la vida de su compañero.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.