El viaje a Madrid costará a los asturianos 28,18 euros en peajes a partir del 1 de enero

Desplazarse a la provincia de León por el Huerna a partir del día 1 costará a los conductores de vehículos ligeros 14,30 euros; para los pesados de categoría 1 (camiones y autocares de dos ejes; camiones y autocares de dos ejes y con remolque de un eje; camiones y autocares de tres ejes; turismos, furgones, furgonetas y microbuses de dos ejes y cuatro ruedas; con remolque con doble neumático) la tasa será de 15,54 euros (59 céntimos más) y para los vehículos pesados de categoría 2 (camiones y autocares, con o sin remolque, con un total de cuatro ejes o más; turismos, furgones, furgonetas y microbuses de dos ejes, con remolque de dos o más ejes y al menos un eje con rueda gemela), el peaje a abonar será de 19,96 euros (76 céntimos más que ahora).

Pero además de la subida del peaje del Huerna, los asturianos que prosigan su viaje a Madrid, tienen, como ocurre todos los años, doble 'penalización', ya que además deberán hacer frente al del tramo Adanero-Villalba, en la AP-6. Según lo aprobado ayer por el Consejo de Ministros, los vehículos ligeros pagarán 13,88 euros a partir del 1 de enero (53 céntimos más que ahora); 27,87 euros los pesados de categoría 1 (1,07 euros más) y los pesados de categoría 2 abonarán 31,30 euros (son 1,20 euros más que este año).

Por tanto, los asturianos que viajen a la capital de España deberán pagar en peajes 28,18 euros (56,36 euros si se añade la vuelta) si lo hacen con su turismo; 43,41 en el caso de los vehículos pesados de categoría 1 y 51,26 para los de categoría 2.

La subida, como decíamos anteriormente, aprobada por el Consejo de Ministros, se ha quedado en el 4%, en lugar del 8,5% que debiera de ser, atendiendo al incremento del IPC. Pero, ¡ojo!, lo que no se pague ahora se pagará después. Las concesionarias de la red de 1.500 kilómetros de peaje estatales (las principales son Abertis, Itínere -a la que pertenece Aucalsa, que gestiona el Huerna-, Glovalbía y Ausol), que facturaron alrededor de 1.500 millones de euros en 2019, no están dispuestas a perder la mitad de lo que facturarían en 2023 si se cumpliera la subida ligada al IPC. Las negociaciones entre el Gobierno y estas empresas ha sido duras y, finalmente, Transportes ha establecido una compensación para ellas, pero muy lejos de lo que solicitaban.

En concreto, el Estado subvencionará con una línea de 23,3 millones de euros entre 2023 y 2026 parte de los ingresos que estas concesionarias dejarán de percibir. Eso sí, a partir de 2027 esta compensación pasará a abonarse directamente por los usuarios de dichas autopistas. Desde ese momento se permitirá una serie de incrementos de las tarifas más allá del IPC de ese año, de forma que a los conductores se les repercutirá el ahorro de este año en incrementos futuros de las tarifas, aunque de forma escalonada.

Desde el Ministerio de Transportes explican que la subida de tarifas será «acumulativa», es decir, el usuario terminará pagando la diferencia que no abona en 2023, pero poco a poco, para que pueda ser asumida «en mejores condiciones por los ciudadanos».

En el Boletín Oficial del Estado (BOE) se detalla que a partir de 2024 se reducirá progresivamente el porcentaje de compensación asumido por el ministerio a las concesionarias. El decreto establece además que a partir de 2023 las concesionarias tendrán que remitir al Gobierno en los primeros quince días de cada trimestre un informe de los tránsitos que se hayan producido en el trimestre anterior, indicando ingresos por peaje y los que habrían percibido si no se hubiera aplicado este límite del 4%.

Esta será la primera vez que el Gobierno no aplique la revalorización de los peajes de acuerdo al IPC desde que en 2002 se aprobara este sistema. La subida más alta de los últimos años se dio en 2007, cuando de acuerdo a la inflación media de 2006 las tarifas subieron un 4,5%. Muy por debajo han estado las subidas de los últimos años, con un 1,97% en 2022, un 0,11% en 2021, un 0,84% en 2020 y un 1,2% en 2019.