«Este verano habrá terrazas y bares cerrados por falta de personal»

Lo hizo ayer en Oviedo, durante la firma de un pionero convenio entre Otea y Cáritas que supondrá la formación, como ayudantes de cocina, y posterior contratación a 14 personas inmigrantes que viven en situación irregular en Asturias desde hace dos años. Guipúzcoa pondrá en marcha un convenio similar, en una escalada que, se prevé, llegue a todo el país.

Un convenio que ha sido posible, confirmaron tanto Álvarez Almeida, como Elsa Suárez, directora de Cáritas, gracias a la modificación de la Ley de Extranjería. Pilar Varela, directora general del Servicio de Empleo del Principado (Sepepa), también presente en el acto, explicó que esa modificación de julio del año pasado, que entró en vigor en agosto, «permite el arraigo por formación». Es decir, que extranjeros sin autorización para trabajar en Asturias, pero que lleven aquí residiendo más de dos años, puedan optar a cursos de formación «de un mínimo de 200 horas», con el compromiso de entrar, de forma inmediata, en el mercado laboral.

Algo que pasará, confirmó el presidente de Otea, con estos 14 primeros candidatos. «Tenemos catorce, pero necesitaríamos mil más», a la vez que insistió en su compromiso de contratación inmediata. «Este curso acaba en agosto. Poner en la bolsa de empleo a 14 ayudantes de cocina ese mes es contratación segura».

Lo mismo ocurre, aseguró, «con los cursos de formación que llevamos desde Olloniego. En cuanto una persona destaca, la contratan antes de acabar el curso, con lo que luego supone eso de lío para devolver las ayudas al Sepepa», bromeó mirando a Pilar Varela.

Sobre el perfil de los nuevos formados, Álvarez Almeida eludió dar detalles «porque lo que importa es que llevan dos años aquí, son tan asturianos como yo y tienen ganas de trabajar». Por su parte, Elsa Suárez explicó que «no son personas elegidas al azar», sino que han sido acompañadas desde el principio, desde las necesidades básicas hasta la recuperación de la dignidad. «El empleo es una parte muy importante para la dignidad las personas», señaló.

De acuerdo a sus datos, de las 900 personas a las que dieron atención el año pasado, el 60% eran extranjeros en situación irregular, «de las que ayudamos a 124 a encontrar empleo».En esa línea, Varela se mostró convencida de que el proyecto «va a salir bien» y permitirá dar respuesta a las necesidades tanto del colectivo de personas como del sector hostelero. Desde el área de trabajo e inmigración de la Delegación del Gobierno, su director David González apostó que el proyecto pueda extenderse a otros sectores con falta de trabajadores.

Con la alerta lanzada por Otea por la falta de personal, que supondrá no explotar negocios al cien por cien este verano, sobre la mesa queda la duda de qué falla en la comunicación entre el Sepepa y la gestión del desempleo en Asturias y la contratación en el sector turístico.

En esa línea, Álvarez Almeida defendió la necesidad de crear «un Observatorio Turístico en Asturias, que nos ayude a conocer el sector por completo», porque, explicó, «ahora mismo yo sé que necesitamos personal, pero, en algunos casos, no sé si el empresario que me dice que necesita dos cocineros lo hace porque no los tiene o porque no está conforme con los profesionales que ahora ha contratado».

En todo caso, poniendo por delante «que las ayudas sociales son necesarias» y que «hay que ayudar a todo el que lo necesite», el presidente de Otea hizo suyas las palabras de Adrián Barbón en los últimos meses «en el sentido de que hay que ayudar a encontrar empleo». Por su parte, Pilar Varela destacó que la entrada en vigor de la Ley de Garantía de Derechos Sociales «permite, por ejemplo, compatibilizar ayudas con tener un trabajo», además de crear «itinerarios de empleo, como son los seis convenios que firmamos esta legislatura entre el Sepepa y la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar».