«Esto se veía venir»

Nerviosos, consternados y aún con el susto en el cuerpo, los vecinos del inmueble en el que vivían las víctimas eran incapaces, horas después, de asimilar el trágico suceso. Quince personas tuvieron que ser desalojadas por los Bomberos, la Policía Local y la Guardia Civil ante el intenso humo que en pocos minutos llenó por completo el hueco de las escaleras. Los vecinos no tenían mucho trato con el matrimonio, que llevaba varios años sin salir de casa, aunque «eran buenos». «Él casi ni se movía. Ella se encontraba mejor, pero no estaban para vivir solos», insistieron.

En los últimos meses, además, sus problemas de salud habían empeorado. Valentín sufrió a finales de año un ictus y Carmen «se había caído el domingo intentando coger un bote para las lentejas».

La Policía Local había tenido que intervenir en el domicilio en más de una ocasión. Esta no era la primera vez que fumar en la cama les daba un pequeño susto. Por eso, para algunos conocidos, «esto se veía venir».

«No se veía nada y decidimos no tomar el ascensor por miedo a quedarnos encerrados», relataron los vecinos. Todos ellos son conscientes que de no haber avisado a tiempo el incendio podría haber sido mucho mayor.

«Es una hora muy mala. Si el vecino no se da cuenta y no llega a avisar, nos quedamos todos ahí. No hubiéramos salido de esta», aseguró angustiada Eva García. Ella fue una de las primeras en abandonar el bloque al oír cómo intentaban abrir la puerta. «Avisé a mi hija, cogí unas toallas y salí. Cuando llegué abajo me di cuenta que no estaba y se lo dije a un bombero. Al parecer, estaba en el balcón», recordó. «En el balcón era casi peor», apuntilló otro vecino. «Yo me asomé y el humo que había era impresionante», afirmó.

Nada más conocer el suceso, hasta la zona también se desplazó el alcalde, Alejandro Vega, y el concejal de obras, Marcos Ortiz. El regidor quiso transmitir el pésame a sus allegados y transmitió su pesar en nombre de la Corporación.