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ÁNGELA S. CIFUENTES / Belén garcía / el comercio
Lunes, 16 de octubre 2017, 15:46
«No hemos dormido en toda la noche intentando apagar con nuestras manos el fuego. Está acabando con todo». Este era el sentir mayoritario de los vecinos de Gillón, un pueblo de Cangas de Narcea. Los habitantes de esta localidad canguesa han sido ... evacuados, pero un grupo de cinco personas no ha querido abandonar sus viviendas. Con los ojos enrojecidos por el humo que cubre sus casas, desde hace dos días, y también con el rostro de preocupación por el futuro que les espera, miraban al cielo para ver si de una vez llega la esperada lluvia. «Nunca hemos visto nada igual. Ya no sabemos que hacer, pero queremos que los culpables paguen por lo que han hecho».
La localidad de Larón ha sido otra de las zonas más afectadas por el fuego. Tres unidades de bomberos del SEPA hacían guardia para valorar el estado de la situación y allí se congregaron también ganaderos que han perdido gran parte de su trabajo. Algunos de ellos desolados por lo que está pasando, ya que los incendios suponen una gran pérdida . «Nunca nos hemos visto en una situación así. Mi marido y un grupo de amigos han estado trabajando durante toda la noche para acabar con el fuego. Han vivido momentos muy complicados», declaraba Mari Carmen Iglesias, una mujer que muy enfadada aseguraba que «los ganaderos no son quienen prenden fuego a sus montes, pues somos nosotros los que pagamos las consecuencias de todo lo que está pasando. Los culpables son terroristas que tienen que pagar por el daño que ocasionan».
Un panorama desolador que produce mucho dolor entre los afectados. «Tenemos que cuidar nuestros paisajes, pero cada día nos lo hacen más dificil. Tanto es así, que los medios aéreos no pueden trabajar y sólo con actuaciones por tierra es imposible».
En los bares de Cangas de Narcea no se hablaba de otra cosa. «Ni los más viejos hemos vivido un día como el de hoy». Una de las situaciones que más llamó la atención a los vecinos de la capital del concejo fue que las farolas permanecieron encendidas durante todo el día.
Los incendios que permanecen activos en Asturias también mantienen en vilo a otras localidades del Suroccidente asturiano, igualmente aterrados por la posibilidad de que las llamas entren en sus casas o cuadras y perderlo todo. Es el caso de Rubén López, ganadero de la localidad de Villanueva del Valledor (Allande) que no sabe qué hacer con sus 600 cabras. Logre sacarlas de entre las llamas. Estaban en el Valledor, en una zona conocida como El Candal».
Desde hace seis días las llamas devoran Fondos de Vega. Los vecinos de esta localidad de Degaña están desolados con semejante paisaje. «El fuego no cesa, hay que dar prioridad a las casas. No tenemos teléfono desde hace cuatrodías. Es horrible. Tengo 81 años y no había visto algo así en mi vida», lamenta Delia García.
Francine, conocida habitante gala del Curralin, estaba esta mañana en Sisterna. Afortunadamente logró liberar a sus reses a tiempo. «Estoy bien, gracias. He liberado a los animales antes de venirme», relataba.
La normalidad tardará en volver a los concejos del Occidente asturiano. El Gobierno asturiano ha suspendido en la jornada del lunes las clases en veintidós centros educativos de los cinco municipios de la comarca suroccidental del Principado, en los que están matriculados 2.429 alumnos, debido a la oleada de incendios registrada en las últimas horas en distintos puntos de Asturias.
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