La variante y el 'fondo de saco' de León entran en la fase de finalización de obra

Las obras de la variante de Pajares y las que suprimirán el 'fondo de saco' de León entran de lleno la fase de finalización y entrega. Los contratos firmados con las constructoras fijan una serie de plazos que suponen todo un carrusel de estrenos en las próximas semanas. Entre marzo y junio tienen fecha de conclusión cuatro unidades de obra, y hay otras dos que pueden caer antes de que concluya el curso. Los acuerdos en vigor y los que están por firmar tienen márgenes que aseguran trabajo intenso al menos hasta otoño de 2022.

El Grupo Copasa será el primero en dar su misión por cumplida. Desembarcó en la capital vecina a mediados de 2016 con el objetivo de ejecutar un semisoterramiento de la traza ferroviaria y un andén bajo la vieja estación. Todo por 24,8 millones. Gracias a ello el Alvia Gijón-Madrid podrá dejar de dar el rodeo al que ahora se ve obligado por una configuración de vías que sitúa la estación en 'fondo de saco' y le penaliza con unos 20 minutos más de viaje.

La constructora ultima remates, con un plazo fijado. El 24 de marzo como tarde entregará la obra terminada para que el Adif la revise y recepcione. Es el primero de una larga serie de traspasos. El 16 de abril está previsto que otro tanto ocurra con el trabajo entre la traza soterrada y la conexión con la línea hacia Asturias. A partir de ahí comenzarán las pruebas de la nueva instalación, con el objetivo de lograr los permisos para que, si no hay sustos, en verano el Alvia recorte esos 20 minutos de viaje.

Antes, el 21 de abril le llegará el turno a Azvi. Fue reclutada en 2019, por 16,2 millones, para que en la variante instalara el cambiador de ancho de ejes de Campomanes y montara las vías desde ahí hasta la estación de Pola de Lena. Es una faena que tiene a punto de conclusión por lo que no se esperan retrasos.

En junio, el día 14, tiene turno Civis Global. Entró en escena en 2019, cuando asumió las obras civiles exteriores de la variante, por 10,2 millones. Ha ido poniendo instalaciones fuera de los túneles y adaptando la galería de Buiza para que pasen equipos de rescate si fuera necesario.

Hasta el 27 de noviembre tienen Comsa y Sacyr para terminar de tender la catenaria en los postes de la variante. El contrato que firmaron les retribuye con 12,8 millones por esa misión. Si Adif se da prisa en adjudicar la encomienda para poner pantallas contra el ruido en los márgenes de la variante, la empresa a quien se lo encargue tendría tiempo para completarla aún este año.

De los trabajos pendientes, ninguno parece tan crítico como el que empezaron hace unos meses Alstom, Indra y San José: deben instalar los sistemas de protección civil y seguridad, además de la ventilación de los túneles. Facturarán 64,3 millones por ello, siempre y cuando terminen antes del 11 de marzo de 2022. Para ese mes, si hay agilidad, puede estar culminada también la segunda fase de estabilización de la ladera de Campomanes.

Entre verano y otoño le tocaría la retirada a Hitachi, a quien se ha confiado por 20 millones el reajuste de parte de la instalación a la vía de ancho mixto. También al que asuma la adecuación de accesos, aún por contratar.