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Eloy Fernández tiene «algo de hipertensión y colesterol», además de 68 años. Nunca antes se había vacunado contra la gripe. «Desde que me jubilé, en 2015, no la pasé ningún invierno». Pero hace tres meses, en una consulta en su centro de salud, ... el médico de cabecera le recomendó que se vacunara. Con su edad está incluido en el grupo de población de riesgo más numeroso, el de los mayores de 65 años, con el que este martes por la mañana ha comenzado la campaña de inmunización frente a la gripe. «Así, de los dos virus al menos nos quitamos uno de encima», reflexionaba este gijonés al que la semana pasada contactaron por teléfono desde el Área Sanitaria V para darle una cita este martes. Pero no en su centro de salud, sino en el pabellón de deportes de La Guía, uno de los siete recintos (cinco polideportivos en Gijón, el centro polivalente de La Baragaña, en Candás, y las instalaciones de El Frontón, en Villaviciosa) en los que, al menos durante estas cuatro primeras semanas de campaña, se quiere vacunar al mayor número de personas mayores de 65 años del área V, unas 74.000, según precisó el director de Atención Sanitaria y Salud Pública de esta área, Óscar Veiras.
En estos puntos (que permiten aguardar el turno a cubierto y respetando las distancias de seguridad) habrá entre dos y cuatro enfermeras cada día, en función del volumen de personas citadas. La idea es vacunar a treinta personas cada hora, lo que, al final de la jornada, supondría 150 personas por enfermera.
Cuando acceden al recinto, se confirma que están en la lista, se les toma la temperatura y se les proporciona una mascarilla quirúrgica en el caso de que la que porten no sea adecuada. El proceso «es rápido no, rapidísimo. Y del pinchazo ni te enteras», confirma Geli Mallo, que se estrena en la inmunización frente a la gripe por haber cumplido recientemente los 65 años. «Pensaba llamar yo, pero se me adelantaron. Es que yo suelo tener muchos catarros, aunque es raro que me suba la fiebre, y con esto que tenemos ahora del coronavirus... Tengo mucho miedo». Miedo no, pero sí respeto dice tenerle María del Mar Rodríguez, que se vacunaba hoy por segunda vez. Ella es población de riesgo por dos motivos, por la edad (67 años) y por ser hipertensa, criterio que este año pasa a tenerse en cuenta para recomendar la vacunación. «El año pasado pasé un buen invierno. No tuve ni un catarro», asegura.
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LUCÍA R. LORENZO / AGENCIAS
Además, para facilitar el acceso a la vacuna a la población de las zonas rurales, la subdirectora de gestión y cuidados de enfermería del área V, Josefina Suárez, explicó que en esta ocasión las enfermeras «van a ir vacunando por diferentes dispositivos», incluso a domicilio.
Estas son solo algunas de las particularidades que la campaña de inmunización frente a la gripe tiene este año en el área V. Además de en Gijón, también se podrá recibir la vacuna por las tardes en Oviedo y Arriondas.
La vacunación de la gripe «es importantísima» todos los años. Más si cabe en esta campaña en la que el virus que la provoca, el influenza, convivirá con el SARS-CoV-2 que da origen a la covid-19. «Desde luego, si hay algo cierto es que la vacuna funciona y que nos protege y que es la forma que tenemos de ayudarnos unos a otros en estos momentos. La herramienta que estamos pidiendo para la covid la tenemos para la gripe», apuntó la subdirectora de organización de servicios sanitarios del Servicio de Salud del Principado (Sespa). Pia Giménez incidió en los esfuerzos realizados para garantizar que la vacunación se lleve a cabo de forma «ágil y segura». De ahí que además de en los centros de salud (en los que se mantiene el doble circuito de pacientes covid y no covid) se vaya a vacunar en otros recintos, como la plaza cubierta de Pola de Siero, el centro social de mayores de Laviana o el recinto ferial de La Himera, en Cangas del Narcea, además de los ya citados en el área V.
Salud cuenta con 402.000 dosis de cuatro tipos distintos de vacuna (uno para cada grupo de población), prácticamente el doble de las que dispuso la anterior campaña. El objetivo es ampliar el porcentaje de población inmunizada hasta alcanzar el 75%. Lograrlo «significaría un éxito rotundo», valoró Giménez que animó a «usar esta herramienta» también a los propios sanitarios para «proteger a nuestros mayores, que son la población más frágil».
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