Lo que tendría que haber sido un inicio de curso ilusionante, el arranque, quizás, de su año académico más especial, se ha convertido en una pesadilla. Universitarios asturianos recién llegados a Italia para comenzar su experiencia Erasmus están sufriendo, como cientos de jóvenes de toda España, la desesperada búsqueda de un alojamiento. No encuentran donde dormir porque son «estudiantes y españoles», dos características que, al parecer, provocan el recelo de los propietarios italianos que, o se niegan a alquilar, o fijan precios y condiciones abusivas.
Publicidad
La alarma saltó en España el martes, cuando erasmus de otras comunidades empezaron a hacer públicas imágenes durmiendo en estaciones. Siendo Italia el principal país de destino de los asturianos con beca Erasmus, era de esperar que hubiera estudiantes de nuestra región afectados. Y los hay, aunque la Universidad de Oviedo no dispone de cifras oficiales. Porque la cuestión es que los alumnos, al menos hasta este miércoles, no se habían puesto en contacto de forma oficial con el Vicerrectorado de Internacionalización. Por lo tanto, la información de la que se dispone es de forma indirecta y de ahí que no haya una cifra oficial de afectados.
En cualquier caso, fuentes de la Universidad confirmaron que «se está intentando buscar ayuda para que les faciliten alojamiento». Un intento que se realiza de dos formas. Por un lado, se ha contactado con las universidades de destino. Y, por otro, a través del European Studen Network, asociación a la que se ha solicitado que traten de contactar con los estudiantes y les «echen una mano». Además, ha dado traslado de la situación a la Conferencia de Rectores, la CRUE, para ofrecer una solución coordinada, ya que hay afectados de toda España.
Una de las estudiantes que conoce de primera mano lo que está sucediendo es Amanda Borge, hija de Francisco Borge, quien fuera precisamente vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional. Estudiante de Derecho, llegó a Florencia hace dos semanas. Con ella, otras dos compañeras. Con una de ellas tenía previsto compartir piso. «Encontraron el alquiler relativamente rápido y con un precio razonable. Pero, al llegar, no era lo esperado». Ahí empiezan algunos de los problemas: ni la ubicación, ni las características ni el tamaño de los pisos se ajustan, en muchas ocasiones, a lo que los estudiantes habían buscado. Así que Amanda y su compañera decidieron cambiar y ahí «empezó la odisea». «Nos han llegado a pedir la renta de todo el curso por adelantado», cuenta Borge, indignado con unos propietarios que «saben que tienen la sartén por el mango».
319 asturianos tuvieron beca Erasmus para Italia el curso pasado. 161 italianos vinieron aquí
9.200 universitarios españoles hacen un Erasmus en Italia cada año
Su hija ha conseguido una solución, pero las otras dos compañeras aún no. Al menos una de ellas sopesa volver a España y renunciar a la beca. Como ellas, cientos de jóvenes. «Amanda está en un grupo de whastapp en el que hay más de 150 personas buscando alojamiento». Borge habla de otro caso similar en Pisa. Y lamenta que las universidades de destino no estén prestando más apoyo a los afectados. «Al menos deberían avisar a los alumnos de lo que se van a encontrar».
Publicidad
Los responsables de Derecho aseguran que no tienen constancia oficial de ningún problema, que se puede tratar de circunstancias «muy puntuales» y, es más, que tras contactar con sus coordinadores Erasmus en distintas ciudades italianas, los mensajes que recibieron de sus alumnos es que todo estaba en orden.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.