«La apuesta del Principado es la universidad pública, la Universidad de Oviedo»

El anuncio de los tres proyectos privados que han puesto el foco en Asturias para poner en marcha principalmente grados del área sanitaria (Medicina y Enfermería) ha abierto el debate académico y político. Porque, como ha dicho Tomé y ha admitido Peláez, al final es una decisión política la que permite o no la implantación de estos proyectos.

El Ejecutivo regional tiene claro que los proyectos que están sobre la mesa (dos de forma oficial, los de la Nebrija y la Universidad Europea, y el tercero, el de la Afonso X) ponen de manifiesto «el atractivo de Asturias para captar nuevas inversiones«. Dicho lo cual, idea principal: la apuesta de Asturias es la Universidad de Oviedo, por ser »la verdadera garantía de una igualdad de oportunidades« y la mejor herramienta para »aprovechar todo el talento del Principado«.

Guillermo Peláez ha querido poner cifras a ese «compromiso», haciendo referencia a los mil millones del contrato programa firmado entre la Universidad de Oviedo y el Gobierno asturiano, que supone entre otras cosas la total financiación de los gastos de personal de la institución académica. Ha hablado también de los cinco millones anuales que se destinan a compensar la congelación de las tasas y a la intención de garantizar la matrícula gratuita en función de la renta.

Por su parte, la diputada del Grupo Mixto ha advertido del riesgo que tienen, a su juicio, los proyectos de las privadas, que pueden convertirse «en la práctica, en academias», si no se garantiza «una oferta académica mínima de titulaciones, las instalaciones y la estructura organizativa adecuada, la investigación y la formación del personal docente«.

A juicio de Tomé, los proyectos « bordean la irregularidad», al ampararse en la figura de los centros adscritos «para puentear las condiciones mínimas». La Nebrija ha anunciado un centro adscrito en Avilés y de la misma figura se habla en el caso de la Alfonso X para Oviedo. Frente a eso, la diputada habla de las «garantías de calidad de la universidad pública», con docentes que pasan «duros procesos de acreditación» y estudiantes que acceden en función de sus calificaciones. Y también ella ha hablado de cifras: «Estudiar en Enfermería en la Universidad de Oviedo cuesta 1.200 euros el curso y en la Nebrija, 9.300«. »¿Será la billetera la condición de entrada?«, se ha preguntado.

Guillermo Peláez ha pedido ir paso a paso. En este momento se están tramitando los procedimientos administrativos, siguiendo los pasos que tiene el Principado en sus manos para «velar por la calidad del sistema universitario». Por el momento están en marcha los informes técnicos, que deben «garantizar escrupulosamente» que los proyectos cumplan con las condiciones impuestas. «Una vez que se tengan los informes técnicos se tomarán las decisiones políticas».

Unas decisiones en la que, ya ha advertido, será «fundamental» el informe del Consejo General de Política Universitaria, que elaboran técnicos del ministerio y que, aunque no es vinculantes, en Asturias será necesario que sea positivo.

En este sentido, ha hablado el consejero del caso de Madrid, «el modelo del PP, de Ayuso, de estrangular financieramente a las universidades públicas y apostar decididamente por las privadas, autorizándolas aun en contra del criterio del Consejo».

Covadonga Tomé ha preguntado también por uno de los asuntos que más preocupa en el seno de la Universidad de Oviedo ante la llegada de tantos nuevos estudios sanitarios: las prácticas hospitalarias. «La universidad pública tiene garantizada las prácticas en el sistema público de salud. Ese es el compromiso del gobierno». Y esa es la línea roja que el rector, Ignacio Villaverde, había exigido siempre, dadas las dificultades, por la capacidad de los hospitales asturianos, para acoger a más estudiantes en prácticas.