Ignacio Villaverde.

Villaverde admite haber hecho un 'corta y pega' en «una parte muy específica» de su programa

En el documento aparecen propuestas y párrafos idénticos a los planteados por otros candidatos en elecciones como las de la Complutense o la UNED

Martes, 2 de febrero 2021, 15:22

«Sí, claro que hemos utilizado las ideas de otros. Lo he dicho en varias reuniones, no pretendo ir de original. Un programa electoral es un compromiso sobre buenas ideas, no sobre ocurrencias de un candidato». El catedrático de Derecho Constitucional y aspirante al Rectorado ... de la Universidad de Oviedo Ignacio Villaverde admite que el programa con el que se presenta a las elecciones del próximo 12 de febrero, un documento de 240 páginas, un centenar de objetivos y más de 500 medidas es, en parte, fruto de un «análisis» de otros programas electorales. De propuestas de catedráticos como Carlos Andradas, que optó al Rectorado de la Universidad Complutense en 2019, de Victoria Marrero, que hizo lo propio en 2018 en las elecciones de la UNED, o de María Antonia García-Benau, que intentó ser rectora de la Universidad de Valencia ese mismo año.

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Imagen del programa de la candidata al rectorado de la UNED.

Imagen del programa de Ignacio Villaverde.

En una comparativa del programa de Villaverde con el de estos tres catedráticos se encuentran varios párrafos idénticos en los que, como mucho, varía una palabra, se omite parte de una frase o se cambian nombres para adaptarlos a la Universidad de Oviedo. Así, de las propuestas de futuro que Carlos Andradas llevaba en su programa se han trasladado, con literalidad, al menos una docena de puntos a epígrafes denominados 'gestión de la administración', 'docencia e innovación' o 'gestión de información y servicios'. Un ejemplo: el que fuera candidato al Rectorado de la Universidad madrileña hablaba de la necesidad de «impulsar el uso y desarrollo de nuevas tecnologías y metodologías en el ámbito docente, tanto en el aula como en plataformas de aprendizaje en línea, creando, en particular, una Unidad de apoyo a la innovación digital docente, en colaboración con la Unidad de Innovación Docente, que oriente y ayude al profesorado en el proceso de creación de contenidos educativos digitales y cursos en línea».

Es una idea que el programa de Villaverde recoge de forma prácticamente idéntica: «Impulsar el uso y desarrollo de las tecnologías y metodologías en el ámbito docente, tanto en el aula como en las plataformas de formación online, con la creación de una unidad de apoyo a la innovación digital docente, en colaboración con el comité de Innovación docente, que ayude y asesore al profesorado en el proceso de creación de contenidos digitales y cursos en línea».

De Victoria Marrero, aspirante a rectora de la UNED, se copian y pegan párrafos enteros del capítulo 8, el referido a la Tecnología y que ocupa tres páginas de su programa. Se cambia eso sí, toda referencia a la Universidad a Distancia y sus órganos. Se habla, en uno y otro programa, de realizar en el primer año de mandato una auditoría técnica sobre los servicios digitales y procesos de la Universidad. Tanto la justificación de por qué es necesaria como los cuatro campos básicos que debe abordar esa auditoría son idénticos. Apenas se cambia el término «elementos» por «clave» y se añade un «incluso de servicios» al final de uno de los párrafos en el que se habla de evitar duplicidades de tareas.

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Imagen del programa de la candidata al rectorado de la UNED.

Imagen del programa de Ignacio Villaverde.

Un 1,66% de coincidencias

Villaverde admite que hubo un 'corta y pega' de textos, pero lo circunscribe a «una parte muy específica» del programa. Afirma que tras haber pasado el documento por la herramienta informática que la Universidad emplea precisamente para detectar plagios en trabajos de fin de grado o de máster de los alumnos, se halló un 1,66% de coincidencias. «Son 757 palabras de las 44.763 que tiene el programa». El catedrático de Derecho Constitucional insiste en que «las universidades públicas tenemos los mismos problemas y buscamos soluciones a problemas parecidos, por eso hemos buscado inspiración en otro programas electorales. Si alguien lo hiciera en el futuro con el mío, me sentiría orgulloso porque eso es prueba de la calidad de las ideas», afirma antes de defender que en su programa también hay «mucho trabajo, muchas ideas propias». Asegura que no le preocupan las acusaciones de posible plagio: «Si fuera mi tesis, sí me preocuparía, pero estamos hablando de un programa, no de un trabajo científico», contrapone.

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Ignacio Villaverde reconoce que no se habló con varios de los autores de esos programas electorales para pedirles autorización. «Los programas son públicos, están en la red», justifica. Sí se hizo, asegura, con el catedrático de la Escuela Universitaria de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial y exvicerrector de la Universidad de Alicante Faraón Llorens del que también se toman, textuales, algunos de los planteamientos que éste vuelca en el blog Estudia XXI. Llorens confirma sus palabras: «He tenido conversaciones con su equipo y les he enviado mi material, aunque está todo en abierto. Yo escribo sobre cómo deberían ser las tecnologías en las universidades y lo hago con un afán de colaboración. Mi mejor éxito es que me copiaran», afirma. Pero, ¿hacerlo copiando textos íntegros? «Bueno, se podría haber re-redactado».

Por su parte, el rector, Santiago García Granda, el oponente de Villaverde en las elecciones del próximo viernes día 12, declinó hacer manifestaciones por ahora. «No queremos opinar hasta que no hayamos analizado el tema profundamente. He pedido a mi equipo de campaña que analice minuciosamente este tema y cuando finalicemos el análisis podremos dar una opinión bien formada», fue su respuesta a EL COMERCIO.

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En redes sociales, miembros de su equipo sí mostraron una posición crítica. Entre ellos, el vicerrector de extensión universitaria y proyección internacional, Francisco Borge: «¿En serio esta es la Universidad que queremos? ¿Una Universidad basada en ideas ajenas y sin reconocer? Si es así...¡pobre Universidad...pobres de todos nosotros y nosotras!». También la vicerrectora de Acción Transversal y Cooperación con la Empresa, Eugenia Suárez, hacía referencia a la cuestión: «Nuestro código ético exige honestidad e integridad intelectual. Si lo pedimos a nuestros estudiantes, cómo no lo vamos a pedir a una candidatura a rector. Ésta no es la universidad que queremos».

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