La Universidad de Oviedo rebaja su presupuesto a 211 millones tras el rechazo del Consejo Social

La intervencion de la institución académica advirtió de que los seis millones de remanente de tesorería afectada, un montante de proyectos de investigación que no se gastó en 2020 y que sí se puede emplear en 2021, no debe computar como ingresos. Por tanto, las cuentas -que ya la exgerente, Ana Caro, no pudo defender ante el Consejo Social- fueron devueltas.

Por este motivo y porque la estructura del nuevo equipo rectoral es distinta -ahora hay nueve vicerrectorados frente a los seis anteriores-, las cuentas se han reajustado teniendo en cuenta la advertencia de intervención. Por este motivo, los presupuestos que había presentado García Granda y que ascendían a 217.334.229 millones de euros (un 2,9% más que los de 2020) se quedan en un montante muy similar al de 2020: 211.604.439 euros.

No obstante, desde la institución académica matizan que, aunque no puedan incluirse en los presupuestos, esos seis millones se podrán utilizar. Confían en que, una vez aprobadas las cuentas (a finales de abril, se estima), puedan incorporarse. Así lo ven también otras fuentes de la institución académica, que prevén que se recurra a una modificación presupuestaria, y que reconocen su sorpresa ante la petición de intervención, puesto que en ejercicios precedentes nunca se había puesto objeción ante la misma situación del remanente

Esta técnica -que sí es aceptada en otras universidades españolas. La Autónoma de Madrid, por ejemplo, incorpora 47 millones de remanente al presupuesto- incide especialmente en el gasto dedicado a investigación. El vicerrectorado contará con más de 27 millones de euros, pero la inversión real será de 18,7 millones, lo que dista mucho de la que había incluido el equipo de Santiago García Granda, de 25,7 millones, de casi siete millones y una caída porcentual del 27%.

Las cuentas -que han recibido el informe favorable por unanimidad de la Comisión Económica- llegan, por tanto, para votarse. En el proyecto, el mayor gasto, como es tradicional, es el de personal. En esta ocasión, asciende más de 149 millones de euros, mientras que el previsto en diciembre era de 148,4. La subida salarial aprobada por el Gobierno, del 0,9% para los funcionarios, y nuevas contrataciones (entre ellas por las horas de docencia que dejan de impartir los vicerrectores) pueden motivar este incremento.

El desglose de partidas cambia ante la nueva estructura del gobierno, por lo que es difícil comparar. El montante del hasta ahora Vicerrectorado de Organización Académica -que tenía consignados 29,2 millones, se divide en dos. Una va para el Vicerrectorado de Políticas de Profesorado, con casi 24 millones de euros, y la otra para Gestión Académica, con más de 6 millones. Infraestructuras también se desglosa: una partida se orienta al Vicerrectorado de Sostenibilidad, con 19,1 millones, y otra para el delegado del rector para la Transformación Digital (6,2 millones). Y el montante de antes para el delegado del rector para la Coordinación ahora va a pasar al delegado biosanitario (2,2 millones) y el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales (que recibe en total 1,3 millones).

Quienes han tenido acceso a todas las cuentas indican que los complementos del nuevos equipo rectoral ascienden en global a «100.000 euros anuales y surgen dudas de dónde están recogidos los pagos a los investigadores predoctorales. Tras una sentencia favorable por los atrasos, hay un colectivo al que se le adeuda hasta 8.000 euros a cada uno.