«La Universidad de Oviedo ha recuperado su reputación»

La esperanza ahora es que esas prematriculaciones se materialicen y la Universidad consiga mantener sus cifras de alumnado, con algo más de 4.000 de primera matrícula, y «cubrir todas la plazas ofertadas», algo que no sucede, ya que los grados con una nota de corte más baja suelen dejar plazas libres, mientras las listas de espera en otros, como todos los de la rama sanitaria, suman miles de estudiantes.

Ignacio Villaverde ha hecho estas declaraciones esta mañana, antes de la inauguración de la Jornada de Doctorado de la Universidad de Oviedo, que tiene lugar en el campus de Mieres y en la que han participado el vicerrector de Gestión Académica, José Miguel Arias; la directora general de Universidad, Cristina González; el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, y el director de la Escuela Politécnica de Mieres, Ángel Martín. Una jornada que Vilalverde califica de «fantástica iniciativa porque permite hacer visible el trabajo y la ilusión de nuestros doctorandos». En estos momentos, la Universidad cuenta con 1.700 estudiantes de doctorado que «son nuestra cantera» , porque la mayoría se incorporará a la carrera docente. En este curso se han leído en la institución académica asturiana 222 tesis. En las jornadas participan 147 doctorandos.

El campus de Mieres y su desarrollo es, sin duda, una de las prioridades del equipo rectoral. Villaverde ha confirmado que está prácticamente listo el expediente de traslado de los estudios de Minas a Mieres y que será aprobado este mismo mes por el Consejo de Gobierno de la Universidad. Luego tiene que pasar por el Consejo Social y quedará el visto bueno del Consejo de Gobierno del Principado. La intención es que los estudios estén en Mieres en el curso 2023-24.

En otoño, además, se empezarán a desgranar el resto de proyectos que se están diseñando para impulsar el campus, un trabajo al que se ha sumado Jorge Marquínez, «aprovechando su vuelta del ministerio», donde estuvo al frente de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación. En este sentido, Villaverde se muestra optimista con el proyecto de sumar la Universidad de Oviedo a la red española de supercomputación, para lo que se pretenden aprovechar las galerías del pozo Santiago. «Vamos por el buen camino, pero es un proceso largo, de dos o tres años. No es solo el acuedo y la coordinación con Hunosa, sino que son necesarias las máquinas, generar la infraestructura», ha explicado el rector.