Secciones
Servicios
Destacamos
De helenos y talibanes. De la Universidad española y parisina de los años 80. De mujer, maternidad e incluso de Donald Trump. De todo habló, visiblemente emocionada, la nueva Doctora Honoris Causa de la Universidad de Oviedo, la helenista navarra Ana Iriarte Goñi, que ... aunque asegura que nunca buscó este tipo de reconocimientos, agradecía ayer la «fuente de felicidad» que supone recibir este «Óscar universitario». Pionera en las investigaciones sobre las mujeres, especialmente en lo referente a lo femenino en la antigua Grecia, Iriarte es considerada «un modelo, una maestra, para gente que éramos de su misma generación, pero que no conocíamos esas formas de escribir la historia», explicó ayer su madrina y encargada de realizar su 'laudatio', Rosa María Cid.
La ventaja de Iriarte fue poder estudiar en París, huyendo de una Pamplona, la de los años 80, «triste y llena de grises», junto con un grupo de amigos «poetas, pintores, escritores» que descubrieron otros temas de investigación y otra manera de hacer las cosas. Y, desde entonces, trabajó por introducir esa perspectiva de género, que considera impresdincible para los alumnos de todas las disciplinas.
Como helenista, defiende el conocimiento del pasado para contar con un «espejo que nos haga sentirnos presentes en el pasado». Porque hasta que historiadoras como ella no buscaron esa perspectiva «las mujeres leían historia, pero no se sentían representadas». Y como catedrática, no desaprovechó la oportunidad de animar a las nuevas generaciones a ocupar todos los sectores laborales, sociales y económicos. Especialmente en un día que consideró «triste para los avances de las mujeres en Occidente», tras la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. «Eso prueba que hay que estar siempre preparadas, porque las reivindicaciones no han terminado». Y más en el mundo Islámico, cuya «bandera es el velo con el que envuelve a sus mujeres». Realmente, Iriarte se mostró «dolida» por lo sucedido en EE UU, «cuando se ha estado en la lucha tantos años».
Pese a todo, defendió la capacidad de la democracia para «reinventarse y sobrevivir». Y, tal y como al inicio el movimiento feminista reclamó el cambio con urgencia, «la certeza permanece: en modo alguno se deben dejar ciertas cosas como están».
El rector, Ignacio Villaverde, se refiere a él como un «consejo de sabios». Y él mismo admite que ese consejo de sabios y la propia Universidad de Oviedo tiene una «deuda pendiente». Un deuda con las mujeres. A lo largo de los años, la institución ha configurado un listado de Honoris Causa conformado por 76 nombres ya. Solo tres son nombres de mujer. Ana Iriarte Goñi ha sido la tercera.
«Tenemos una deuda con las mujeres y las mujeres académicas que intentaremos ir saldando con el tiempo, desde luego», aseguró Ignacio Villaverde minutos antes de que comenzara el solmemne acto de investidura de Iriarte. Antes de ella, en la década de los 90, accedieron a este comité de sabios la bioquímica Margarita Salas y la médica Sheila Sherlock. Especialmente significativo, por tanto, es el nombramiento de la helenista, teniendo en cuenta además que su ámbito de estudio es la mujer, en el que ha sido una verdadera pionera.
Villaverde no escamitó en elogios. «No solo representa una forma de acercarse a la historia antigua con la perspectiva de género, sino que le ha sabido dar voz a esas mujeres escondidas detrás de las máscaras de la tragedia griega. Ha arrancado de las garras de la mudez a las mujeres». «Usted es imporante para seguir el camino que transitan compañeras y profesoras que erigieron una escuela de la que esta universidad se siente muy orgullosa».
Pero, más allá de eso, el acto y las intervenciones se convirtieron también en homenaje a las universitarias que, como Iriarte, abrieron camino. «Ha sido una avanzada en un viaje en el que le han acompañado mujeres importantísimas, muchas de ellas pioneras en la Universidad de Oviedo. Gracia a ellas, a su trabajo podemos presumir de tener uno de los grupos y las estructuras de estudios en materias de género más potentes de Europa», explicó el rector.
En su intervención, Villaverde dio los nombres de las 'otras' homenajeadas, en un día como ayer, «feministas, pacientes y perseverantes»: Amparo Pedregal, Rosa Cid (madrina de Iriarte), Socorro Suárez e Isabel Carrera, «porque un día decidieron dejar de ser mudas y que su universidad no lo fuese».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.