«Buscamos que el alumno se implique y se adapte a la EPI»

La participación es voluntaria, explicó Inés Suárez Ramón, subdirectora de Estudiantes y Relaciones con la Empresa, que matizó, «no se trata de intercambiar apuntes sino ayudar a la adaptación del alumnado que lleva por primera vez a la escuela y a la Universidad».

Este programa viene desarrollándose desde hace varios años. El pasado curso hubo de suspenderse a causa de la pandemia y este se ha retomado. La intención es que sea presencial. «Es su base fundamental y los contenidos se están organizando. Habrá tres reuniones para ello: una a finales de septiembre, otra a finales de octubre y una tercera a finales de noviembre».

La intención es que «los contactos vayan disminuyendo a medida que avanza el curso, lo que supondrá un éxito».

Al mentor le toca el papel de «servir de apoyo, es una figura que animará al alumno para participar», y al mentorizado se le pide que «trate al mentor con respeto y cariño, ya que hay que tener en cuenta que el mentor realiza una labor altruista y desinteresada».

Además, el mentorizado ha de firmar un acuerdo de confidencialidad con el mentor y elaborar un informe final.

Aún no se sabe el número de alumnos que se apuntarán a este programa, pero se estima que rondará los 130 como ocurrió en la última convocatoria correspondiente al curso 2019-20.