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Todas las esperanzas de las empresas, y no solo de las tecnológicas, están puestas en un grado, el de Ciencia e Ingeniería de Datos, que «se ha hecho esperar», pero que por fin se comenzará a impartir el próximo curso en la Escuela Politécnica ... de Ingeniería de Gijón. Cuatro de las cerca de veinte empresas que colaboran con la EPI en el primer programa piloto para estudiantes noveles de la Universidad de Oviedo–que supondrá, tal y como publicó EL COMERCIO, que el alumnado realice prácticas desde el primer curso– participaron esta mañana en un acto en el que quedó patente su imperiosa necesidad por incorporar expertos en el manejo y análisis de datos, una de las quince profesiones más demandadas en todo el mundo. ¿Consecuencia directa? La seguridad de que, en el corto plazo, las primeras promociones de egresados tendrán una empleabilidad total. Es lo que ocurre ya. «Los datos no son más elevados sencillamente porque no hay más gente», constató Sheila Méndez, directora de Digital de Izertis.
«Las empresas compiten día a día por estos profesionales, es una batalla real», expuso Manuel Blanco, CEO de Merkle España. En un escenario en el que la movilidad laboral es frecuente –Blanco habló de estancias de uno o dos años en una empresa– «más que atracción lo que tenemos que hacer es retención» del talento.
Con dificultades para encontrar expertos en big data tanto dentro como fuera de España, el recurso para muchas empresas es la formación interna del personal. Es a lo que ha recurrido por ejemplo la tecnológica gijonesa Izertis, para quien «sin duda, la implantación del grado es una noticia fantástica», reconoció Méndez.
«Las grandes historias están hechas con pasos que a veces parecen pequeños y el que ha dado la EPI es importantísimo. Con este grado, la de Oviedo es sin duda una Universidad mejor», destacó el director general del Sabadell Herrero, Pablo Junceda, que es además vicepresidente del Consejo Social de la Universidad. En calidad de lo primero desveló que en los últimos años el interés de la entidad se ha centrado en incorporar otros perfiles no tradicionales en la banca. Y ello porque han entendido que «un banco es una gran base de datos que, además, tiene dinero. En un mundo cada ver más virtual, donde el dinero físico tiene los días contados y las relaciones son telemáticas, los nuevos bancarios van a ser físicos, matemáticos e ingenieros». Y estos tres perfiles son los que están primando ahora mismo en las contrataciones. Solo un ejemplo: con el análisis de datos de los movimientos de cuentas «se puede saber si un cliente va a cambiar de banco próximamente».
En físicos y matemáticos ha puesto sus ojos también Total Energies Electricidad y Gas España. La energética cuenta con cantidades ingentes de datos de los que, hoy por hoy, «apenas tenemos capacidad para tratar un pequeño porcentaje», reconoció su CEO, Javier Sáenz de Jubera, quien planteó la opción de que, de forma complementaria al grado, la Universidad oferte «formación específica» para el personal que ya está trabajando en el manejo de datos en empresas como la suya. Jubera también avanzó que si la previsión de Total Energies es ampliar su plantilla en cien personas en cinco años, «un 50%» deberán tener el perfil de expertos en big data.
Profesionales a los que, según Sheila Méndez, se les valorará otras capacidades como el trabajo en equipo, el liderazgo, la comunicación o la proactividad. Y «ética», añadió Pablo Junceda.
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