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Desde las tres y media de la tarde de este miércoles, 993 estudiantes se la jugaban, porque ya no hay más oportunidades: o se aprueba, o no se accede a la universidad. Además, más de un tercio de los alumnos sentían, incluso, más presión, pero ... por otro motivo: «Nuestros sueños dependen de décimas». Así lo explicaba Paula Fernández del colegio Santa María del Naranco que se presentaba para subir nota tras haber sacado un 7,6 en la convocatoria ordinaria. Se lleva preparando toda la vida para estudiar Enfermería, pero es consciente de que, para lograrlo, tendrá que sacar más de un diez entre la fase general y la específica.
Miguel Cayarga, del colegio Los Robles, era otro de los 340 alumnos que priorizaron los libros al bañador durante un mes más con el fin de entrar en Medicina, pero tras un primer examen en el que no cumplió con sus propias expectativas, afirmaba que «me puede salir mejor porque tengo más experiencia y estoy menos nervioso», comentó.
En esa tesitura se encontraba Sofía Iglesias del Ramón Pérez Ayala que quiere ser militar. Para ello, necesita un 13,2 aunque si no lo consigue también baraja entrar por otras opciones. «En el primer intento todo es más novedoso, pero en esta ocasión estoy más preparada, porque he tenido más tiempo y sé cómo gestionar mejor esta prueba». Por su parte, Claudia Arganza, del colegio San Fernando, también quería subir nota para entrar en Medicina y «evitar salir de la región por el gasto que supone».
Los exámenes se celebran en siete sedes: en Oviedo, en Gijón, en Avilés, en Mieres, en Cangas de Narcea, en Ribadesella y en Tapia de Casariego. Sin embargo, Giovani Delfino, que vive en Nava, pide que habiliten más centros «porque no resulta tan fácil desplazarse desde determinados sitios a Oviedo en transporte público».
Sobre esta cuestión, el vicerrector de Estudiantes, Alfonso López, insistió en que la Universidad hace «mucho esfuerzo en llegar a todas las partes de Asturias».
Por otra parte, después de que la oposición, tal y como cuenta EL COMERCIO, criticara la actual EBAU, el vicerrector salió a defenderla: «Es una prueba difícil, pese al elevado porcentaje de aprobados. Creo que debemos felicitar a los alumnos por el esfuerzo que realizan, porque nadie les regala nada». Sin embargo, Asturias es la comunidad autónoma en la que más estudiantes, tras el primer año, cambian de carrera. Cada curso lo hace el 17,6%, lo que coloca a la región casi cinco puntos por encima de la media nacional. «Los cursos universitarios tienen sus propios filtros, pero eso no implica que en el momento de acceso no tenga el nivel apropiado», argumentó el vicerrector. Por otra parte, afirmó que «Oviedo sigue siendo un lugar atractivo al que venir a estudiar». Así lo avalan los datos. De momento, ya hay 12.000 preinscritos para iniciar el próximo curso universitario. Esto supone un millar más que el año pasado a estas alturas y, además, el 60% son de fuera de la región. «Con el problema demográfico que tenemos en Asturias con una población tan envejecida, es importante que sigan viniendo estudiantes de todas las partes de España. Tenemos un gran prestigio», señaló Alfonso López.
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