Secciones
Servicios
Destacamos
¿Es necesario evaluar la docencia del profesorado universitario, esto es, cómo da clases? ¿Cuál es el objetivo de hacerlo? ¿Cuál es la mejor manera de certificar que la docencia cumple ciertos estándares mínimos? ¿Qué consecuencias debe tener el resultado de dicha evaluación? Son algunas ... de las muchas preguntas que la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación, la ANECA, ha lanzado al profesorado universitario. Hay otras tantas para el alumnado. Es el inicio de un importante proceso de reflexión al que se lanzan las universidades, también la de Oviedo.
La Universidad de Oviedo acaba de admitir que son malas las estadísticas de abandono de los estudios (un 30% de los matriculados deja la carrera iniciada, la segunda peor cifra del país) y el propio rector fijó en la calidad de la docencia una de las cuestiones a tener en cuenta. Aunque el abandono del grado tiene muchas causas, cómo son las clases, cómo interactúan los docentes con los alumnos, muy distintos a los de hace 20 años, es sin duda una de ellas. De hecho, el equipo rectoral lo repite una y otra vez: repensar la docencia es uno de sus objetivos principales.
Por eso, la Universidad de Oviedo instaba a sus profesores a participar en el programa Docentia de la ANECA y que sirve precisamente para eso, para evaluar la docencia. A través del informe de los responsables académicos (los decanos), la autoevaluación del profesor, una encuesta de los alumnos y un informe de los registros universitarios, los evaluadores ponen 'nota' al profesor. Pero no parece que el programa estuviera alcanzando sus objetivos.
Primero, por la baja participación. En las dos primeras convocatorias del programa, apenas un 5% de la plantilla docente de la Universidad de Oviedo había participado, mientras que la ANECA aconsejaba que fuera al menos un 30% para poder acreditar los resultados. En su tercera edición, el objetivo era aumentar las cifras, aunque la participación es voluntaria. A eso se suma que, a la vista de los comentarios que están haciendo profesores y alumnos, los ítems que se evalúan y la forma de hacerlo tampoco convencen a todos.
Por eso, la ANECA no solo ha mandado a las universidades un nuevo documento sobre cómo aplicar Docentia, sino que ha abierto un proceso en el que alumnado y profesorado pueden hacer sus aportaciones. En unos pocos días casi 3.000 personas lo han hecho El objetivo: «Contribuir a la promoción de la calidad de la docencia para la mejora de los resultados de aprendizaje del estudiantado, a través de la evaluación de la actividad docente y el desarrollo profesional del profesorado». Pero, como dice uno de los comentarios, «no se debe confundir antigüedad con calidad», ya que uno de los requisitos para participar en el programa es llevar cinco años como docente. No hay que olvidar que en el caso de las enseñanzas no universitarias, la evaluación docente también se basa, de forma principal, en la antigüedad.
Desde el Vicerrectorado de Estudios y Docencia se valora «muy positivamente» este proceso de participación, «ya que aumenta la transparencia y redundará en la mejora del modelo». La Universidad de Oviedo ha participado con sus informes en el proceso de actualización que ANECA ha llevado a cabo y que ha dado lugar a una nueva guía de acompañamiento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.