Seis de cada diez universitarios de Asturias consiguen trabajo nada más acabar la carrera

Por carreras, la palma de la inserción laboral se la llevan los estudiantes de Ciencias de la Salud pues, según el informe, el 78,6% estaban trabajando cuando cumplimentaron la encuesta, a un año de finalizar sus estudios. Al echar la vista atrás, se comprueba que los niveles de empleabilidad aumentan a medida que los egresados cumplen años. Así, el 86,8% de las personas que obtuvieron un título universitario en el curso 2016-2017 y el 74,8% de las personas que lograron su título universitario en el curso 2017-2018 estaban trabajando al ser encuestadas.

Sobre la calidad de esos empleos, el rector matizó que esa es una «cuestión compleja» que trasciende el ámbito estrictamente académico y que habría que «trasladar a las empresas». No obstante, Villaverde aseguró que, al menos por norma general, «los trabajos de los universitarios son de calidad».

En cuanto a la satisfacción de los egresados, las cifras del informe son positivas. Los estudiantes puntúan a la Universidad de Oviedo con un 8,2 sobre diez. Una calificación ligeramente superior a la de años anteriores lo cual, aventuran los profesionales, podría tener que ver con la vuelta de la presencialidad a las aulas una vez superada la pandemia. Los profesores, también satisfechos por esta circunstancia, valoraron a la Universidad de Oviedo con un 8,5 sobre diez.

Otro de los aspectos abordados en el informe son las tasas de rendimiento, calculadas a partir del número de aprobados del total de créditos matriculados. El documento revela que, globalmente, los resultados académicos de las mujeres son superiores a los de ellos en toda la serie histórica. Por ramas de conocimiento, lideran el ranking los estudiantes de Ciencias de la Salud, mientras que los de Ingeniería y Arquitectura se encuentran a la cola en cuanto a rendimiento académico.

El rector se mostró especialmente satisfecho con los niveles de empleabilidad de la institución asturiana. «La Universidad de Oviedo ofrece una formación de calidad que es un reclamo para las empresas», indicó. Villaverde también llamó la atención sobre el hecho de que los estudiantes, en su mayoría, escojan los estudios más movidos por la vocación que por el pragmatismo. Según él no existe una relación directa entre los grados con mayor empleabilidad y el número de matriculaciones: «Muchos jóvenes se plantean cuestiones vitales y acuden a la filosofía, el arte o la cultura porque creen que esa respuesta que buscan no está en la técnica».