«La Universidad debe acercarse al mundo rural, es su asignatura pendiente»

-Tomó posesión el 13 de enero. ¿Por dónde ha empezado?

-Por conocer el servicio, lo que se había hecho, terminar de gestionar asuntos pendientes, ver el contexto económico que tenía y empezar a reunirme con personas e instituciones. Mi planteamiento no es que el vicerrectorado imponga sus criterios, sino que sea catalizador de las ideas de la comunidad universitaria y las necesidades del territorio.

-Una prioridad, dice, es colaborar con los ayuntamientos.

-Sí, nos hemos reunido con el de Castropol. Este lunes con el de Avilés y tengo en mente hacerlo con el de Langreo. Estamos abiertos a todos. También me he visto con compañeros y con grupos de la sociedad civil: Amigos de la Ópera: Asturias, capital mundial de la poesía; la Fundación Cardín, la dirección del Niemeyer, la cátedra de cine, el club de lectura de la Biblioteca de Oviedo...

-¿El presupuesto es suficiente?

-Cuando eres ambicioso, el planteamiento nunca es suficiente, pero no es un vicerrectorado maltratado en absoluto. Y tiene el apoyo de los ayuntamientos y entidades bancarias para cátedras. Mi idea es rentabilizar al máximo los recursos. Más que disponer de muchos, lo importante es tener las prioridades claras, encontrar cauces de colaboración. Es importante entender que la Universidad son algo más que los campus, que también son los concejos que no tienen campus, que hacen muchas actividades y están interesados en colaborar.

-¿Qué les trasladan?

-De nosotros no esperan tanto cursos, como actividades más cercanas a sus intereses: conferencias sobre temas concretos, como la energía eólica, o que acerquemos nuestra orquesta y coro.

-Ha renovado el equipo. Tiene un perfil más humanístico. A priori no tan interdisciplinar como el anterior. ¿Por qué?

-La transversalidad no necesariamente tiene que ver con tener un perfil. El equipo tiene conocimiento directo sobre ejes importantes. Luz Mar González (al frente del Centro de Servicios Universitarios de Avilés) es filóloga inglesa, vecina de Avilés y trabaja en Humanidades Médicas. Miriam Perandones (en Proyección Cultural) es doctora en Musicología y exdirectora de la Cátedra Leonard Cohen. Conoce muy bien el tejido cultural y potenciará el coro y la orquesta. Y Dolores Palacios (en Extensión Universitaria), del mundo jurídico, cuenta con experiencia muy valiosa en gestión y en PUMUO.

-¿Cuál es el 'debe' del vicerrectorado que recoge?

-Me parece importante establecer una visión de conjunto.

-¿En qué sentido?

-Claro que hay necesidades concretas locales, pero es posible que haya puntos de interés común y que algunas actividades podamos moverlas de un territorio a otro y rentabilizarlas. Otro aspecto importante es acercarnos al mundo rural. Ya lo he hablado con los investigadores. Asturias tiene una población muy envejecida, que no se ve en cursos organizados, que espera otra cosa: temas más concretos, una charla, un concierto en la iglesia del pueblu. Acercarnos al mundo rural es fundamental. Es una asignatura pendiente. Ya hay investigadores que lo hacen, la Fundación Valdés Salas, las Conferencias del Archivo de Indianos... Me gustaría ahondar ahí y en el descubrimiento del mundo natural.

-Busca la colaboración de las empresas.

-Ahí hay mucho trabajo por hacer. Damos por supuesto que solo les interesa formar a buenos trabajadores, proyectos con los que lograr una patente. Pero hay muchas interesadas en participar culturalmente. Son tiempos duros, pero no se trata tanto de grandes inversiones como de pequeñas acciones. Algo que está en camino y espero que salga: un concierto en la bodega histórica de El Gaitero. Las empresas tienen su cultura y debe interesarnos.

-¿Con qué otros agentes cuenta? Trabajaban con Paradores.

-De Paradores me interesa que no nos centremos solo en uno. Hasta ahora nos veníamos focalizando en el de Cangas de Onís, pero están los de Gijón y Corias.

-Adams quería potenciar los cursos 'online'. ¿Lo mantiene?

-Mi interés es llegar a un territorio al que no se ha llegado y no está conectado. No es justo porque también paga con sus impuestos la Universidad. Lo que percibo de los alcaldes es un interés por nuestra presencia física. En un momento en el que la población mayor reclama que los bancos tengan presencia física, tenemos que hacer un esfuerzo, aunque luego haya otros contextos para recurrir a cauces telemáticos. El siglo XXI es diverso.

-Llega en un momento vibrante. El del Plan Estratégico.

-Estoy orgullosa del plan porque de él depende nuestro futuro. Es un reto, podíamos haber optado por el camino fácil, pero la recepción es buena. Yo, que me siento en estado de guerra, creo que la sociedad ha entendido que la racionalización y la austeridad son de una necesidad inapelable.

-El plan cita que «no hay que olvidarse» del Centro de Servicios Universitarios de Avilés.

-Nuestra idea es que asuma una mayor función universitaria, que se encardine lo mejor posible con la riqueza cultural de Avilés.

-Ni de la Casa de la Buelga.

-Langreo me toca de cerca porque soy orgullosa hija de la cuenca. Tiene muchas posibilidades con un centro de estudio, espacios para exposiciones y dos salas para actividades. Queremos responder a una inquietud del Cauce del Nalón, con quien tenemos una colaboración estable. Se trata de acercarla a un público más joven. Para ello esperamos contar con el alumnado, el profesorado joven y las empresas. La presencia de Hunosa es muy potente.

-¿Y las Colonias de Salinas?

-Es un proyecto que lleva personalmente el Rectorado.

-Ante las dificultades de la Iglesia para mantener su patrimonio, ¿cuenta con ella para actividades de extensión?

-¿Por qué no? No debería descartarse. Es un activo importante. A título personal me preocupa mucho como está el patrimonio monástico de Asturias. La Iglesia es otro de los interlocutores que estaríamos encantados de tener. La relación es cordial y el patrimonio hay que ponerlo en valor.

-PUMUO cumple 20 años.

-Los alumnos están preparando una exposición con fotografías de recuerdo y para la oferta tendremos en cuenta mucho su opinión a través de sus delegados. Con el tiempo plantearemos actividades intergeneracionales. Les gusta sentirse integrados.

-Quiere hacer del Edificio Histórico «un espacio inclusivo».

-Eso es. No solo en cuanto a accesibilidad física, sino que entienda todas las diversidades de las personas. Colaboraremos con asociaciones y entidades.