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e. rodríguez
Jueves, 6 de mayo 2021, 21:26
«Estamos muy contentos y podemos arrancar». Fueron las primeras palabras públicas del rector, Ignacio Villaverde, después de que el Consejo Social de la Universidad de Oviedo aprobara ayer el presupuesto de la institución académica, que asciende a 211,6 millones de euros ... . No obstante, los 6,7 millones de euros de remanente de tesorería afectada, procedente de los grupos de investigación que quedaron sin gastar en 2020, se añadirán próximamente a través de un expediente de incorporación.
Fueron precisamente «las discrepancias históricas» sobre dónde se ubicaba ese remanente en las cuentas lo que llevó al Consejo Social a inadmitir los presupuestos elaborados por el anterior equipo rectoral de Santiago García Granda y aprobados en diciembre en Consejo de Gobierno. Esa devolución del proyecto presupuestario por parte del Consejo Social (que es quien le da el visto bueno definitivo) no ocurría en años. El órgano atendió «al criterio manifestado por la empresa auditora», quien indicó que esa partida no podía incluirse en el presupuesto. No podía aparecer como ingreso y, por tanto, no figura, pero no se pierde.
Con esta luz verde, la institución ya dispone de plena disponibilidad presupuestaria, algo que hasta ahora no ocurría, y adaptada, además, a su nueva estructura de gobierno, con nueve vicerrectorados y dos delegados de rector (Transformación Digital y Coordinación Biosanitaria).
«Es verdad que es un presupuesto en buena parte heredado del equipo anterior, pero está adaptado a nuestra estructura. Es suficiente para que la Universidad pueda desempeñar con normalidad sus funciones en lo que queda de ejercicio presupuestario», señaló el catedrático de Derecho Constitucional.
Tras la reunión, Ignacio Villaverde quiso agradecer la labor del Consejo Social: «Nos lo ha puesto muy fácil. Lo que observaron en el momento de la inadmisión era algo razonable y era sencillo acoger esas observaciones y hacer las correcciones que nos proponían». En su momento, el Consejo Social quiso hacer hincapié también en que la estructura de tomos que llegó al Consejo de Gobierno no era la adecuada. Faltaba el de personal y la Ley Orgánica de Universidades (LOU) obliga a ello.
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En el transcurso de la reunión, se expuso la situación de la Fundación de la Universidad de Oviedo (FUO). Para ser medio propio de la institución, se exige que los patronos pertenezcan al ámbito público, por lo que los privados (entre los que figuran Fade y Hunosa) pasarán a ser honoríficos. Es la fórmula para desbloquear la situación en la que se encuentra, tras expirar y no ser renovada la encomienda de gestión que tiene y que afecta a los contratos de investigación entre empresa y Universidad.
También sirvió para repasar el diseño y las sedes de la EBAU, informar sobre los 7,8 millones de fondos europeos que recibirá ara potenciar la investigación e internacionalización y los tres supuestos que maneja para iniciar el próximo año en función de la covid (vuelta a las aulas, semipresencialidad con turnos rotatorios y docencia 'online' con actividades esenciales presenciales). Otro de los puntos de orden del día fueron las becas de colaboración (gracias a las cuales los alumnos colaboran en los departamentos). Se simplifican los criterios. Habrá una por departamento y una segunda en función del número de estudiantes vinculados a cada departamento de los últimos años de grado y primeros de máster.
Con respecto a las movilidades (estudiantes que marchan a cursar su formación en otros países), se comentó que se les facilitará la vacunación.
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