Una hoja de ruta conjunta entre la Universidad y el Principado

Somos afortunados como comunidad por contar con una universidad rica en historia, nacida como institución literaria hace más de 400 años y origen de la renovación pedagógica que impulsó el Grupo de Oviedo. Nuestra Universidad ha sabido superar periodos oscuros y difíciles, adaptarse a los cambios sociales, crecer y mimetizarse con la sociedad a la que sirve. Para el Principado de Asturias, es nuestro referente en la formación de generaciones de brillantes profesionales y nuestro principal motor de la investigación regional. Y en estos momentos, también ha sabido estar a la altura de las nuevas circunstancias y dar ejemplo. Por ello, podemos enorgullecernos de nuestra comunidad universitaria.

Al rector saliente, a Santiago García Granda, le transmito el debido agradecimiento por el sacrificio personal y profesional que implica estar al frente del gobierno universitario. En nuestra Consejería siempre ha encontrado la puerta abierta y la voluntad de diálogo para impulsar todas las medidas que considerase necesarias para la institución académica. Esta misma disposición encontrará el nuevo rector, Ignacio Villaverde, y todo su equipo. No solo porque es nuestra obligación como Gobierno, sino también porque es nuestro deseo.

El Principado de Asturias está inmerso en una nueva etapa, en un momento crucial, en el que necesitamos más que nunca la implicación de nuestra Universidad. No hay ni un minuto que perder y debemos enfrentar un 2021 donde lo acuciante van a ser los plazos, llegar a tiempo a las diferentes oportunidades. Por ejemplo los fondos europeos; ya sabemos que el Ministerio de Universidades no va a territorializar ninguna partida del Mecanismo de Reconstrucción y Resiliencia, por tanto será la Universidad quien deba presentar y concurrir -con nuestro apoyo- con proyectos solventes y competitivos.

Un tema de vital importancia será establecer una hoja de ruta conjunta entre la Universidad y el Principado de Asturias, a través de la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad. Esta relación ha de reforzarse con un compromiso real de colaboración y lealtad entre ambas instituciones: el Gobierno del Principado respeta la autonomía de la Universidad, pero este respeto debe ser recíproco. Este compromiso debe reflejar y consensuar hitos a cumplir si queremos poner a la Universidad en el centro de la transformación socieconómica asturiana. Por citar algunos ejemplos, del lado de la Universidad la implantación de la contabilidad analítica, el cumplimiento de los objetivos fijados en el marco de financiación o el desarrollo de un adecuado plan de inversiones son asignaturas pendientes que han de abordarse conjuntamente y con compromisos a largo plazo. Del lado del Principado, revisar el funcionamiento del Consejo Social para darle más visibilidad, más participación en la vida universitaria y agilizar los procesos que tiene en competencia este órgano colegiado.

De ambos lados abordar la revisión del plan de titulaciones para que éstas miren hacia esa Asturias que está cambiando ahora mismo, ante nuestros ojos, y puedan alinear la formación de nuestro alumnado con las competencias que exigirán los nuevos empleos. También estudiar la forma de ser más competitiva con los nuevos sistemas formativos que ya tenemos encima. En términos de investigación reforzar, respaldar e incentivar esta misión universitaria, así como la transferencia de conocimiento a la sociedad, sobre todo aquella basada en el emprendimiento.

Este acuerdo será una buena base sobre la que consensuaremos un nuevo modelo de financiación para los años 2022-2025, donde deberemos revisar mecanismos que no han resultado lo eficaces que nos hubiera gustado, como la financiación por objetivos, la contabilidad analítica tan necesaria para una adecuada política de precios, un plan de inversiones que sustente un proyecto sólido y plurianual, así como aprovechar las oportunidades postpandemia para elaborar una estrategia con la que abordar las necesidades de transformación que ha puesto de manifiesto la crisis sanitaria: educación digital, déficit de aprendizaje, necesidades de formación y de personal, dotaciones tecnológicas, vigilancia del fracaso escolar etc. Pero también las oportunidades de recualificación y formación digital que se ofrecen para PDI/PAS/ alumnado.

Mucho trabajo por delante así que, como reza el himno universitario, 'Gaudeamus Igitur'. Alegrémonos pues y deseemos todo el acierto al nuevo rector, porque su éxito será también el de la Universidad y el de Asturias