García Granda: «Ha sido el mayor de los honores que he podido tener»

«Fue increíble cuando en 2016 tuve el respaldo de la comunidad universitaria, en otras circunstancias, porque había más gente en el patio. Hemos trabajado, el equipo de gobierno, en hacer todo lo que estaba en nuestro mano por la Universidad. Hemos conseguido cosas y errores, lo que dejemos para el futuro será conducido por un nuevo rector y un nuevo equipo», prosiguió. «Me pongo a su disposición y al de la institución para que cada vez sea más grande y más reconocida. Aquí estoy, aquí seguimos y estamos a plena disposición del nuevo equipo que se formará muy pronto», concluyó su alocución.

El catedrático de Química-Física bajo cuyo mandato se aprobó el uso del asturiano en la Universidad de Oviedo es el primer rector en activo desde 2000 que no revalida el triunfo en las urnas. García Granda ha visto frustrada su reelección en beneficio de Ignacio Villaverde de la misma forma que Julio Rodríguez perdió hace dos décadas frente a Juan Vázquez. Vicente Gotor estuvo ocho años y Juan Vázquez también. Antes de Julio Rodríguez habían estado Gascón y López Arranz, pero ninguno de ellos se presentaron a un segundo mandato.

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Este gozoniego de emociones contenidas, que dice metabolizar tanto la alegría como la tristeza, aseguraba en los últimos días que estaba preparado tanto para la victoria como la derrota. Tanto él como su mujer, Loli, y su hijo, también de nombre Santiago. En el escenario que le ha tocado en suerte, el de no salir reelegido, se contenta con pensar que ahora podrá estar más tiempo en su casa de San Martín de Podes (Gozón) y hacer más cosas además de las clases y la investigación.

Como rector, en la faceta más íntima y personal, uno de los momentos más felices que ha vivido fue entregar personalmente a su único vástago el diploma de egresado de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón.