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El descubrimiento del cuadro de Santiago García Granda como rector, obra de Pelayo Ortega, en el Aula Magna de la Universidad ha servido para cerrar un ciclo de cinco años al frente de la institución académica. El equipo que lo ha acompañado ... en todo este tiempo lo arropó en su último acto, una ceremonia privada que tuvo lugar ayer por la tarde y en la que Granda también quiso agradecer su labor y afán de servicio. Lo hizo con la entrega de los correspondientes diplomas a los vicerrectores y la insignia de oro de la Universidad.
El cuadro, como se decía, es obra del pintor mierense afincado en Madrid Pelayo Ortega, de quien la institución académica no tenía ninguna obra. De acuerdo con el servicio de Protocolo, el Rectorado estuvo de acuerdo en que fuera él el autor de la obra. Tras una primera sesión fotográfica en septiembre, fue cobrando forma hasta estar listo antes de Navidad. Destaca, con respecto a los demás, que es de cuerpo entero. El último rector aparece sentado en una silla y con el bastón de mando apoyado en el suelo. El fondo es de color neutro para resaltar la figura y no lo que le rodea, y se han empleado tonos suaves. Otra de sus cualidades es que está pensado para ser visto desde distintos ángulos. «A mí me gusta y mi familia dice lo mismo», señala García Granda. Se da la circunstancia de que el primer cuadro en la sala corresponde al rector de los años sesenta José Virgili Vinadé, químico al igual que el rector saliente.
Para este último acto, además de su equipo, estuvo acompañado por su mujer, su hijo y la pareja de éste. No faltó tampoco el nuevo rector, el catedrático de Derecho Constitucional Ignacio Villaverde, que también tuvo unas emotivas palabras, ni miembros del equipo inicial que ya no están, pero de los que Granda quiso despedirse. Fue el caso del anterior gerente, Lorenzo Almanza, que estuvo acompañado por quien le sustituyó en el cargo, Ana Caro.
Con la publicación del nombramiento de Ignacio Villaverde en el BOPA de hoy, Granda deja de ser oficialmente rector. Esta mañana terminaba de firmar trámites pendientes antes de la fecha de hoy y se ha despedido también de los directores de área, entregándoles un diploma en señal de agradecimiento, algo inusual hasta la fecha en la institución académica. Con «todo recogido» y con la mirada puesta en volver a la investigación en la facultad de Química, Garcia Granda ha querido lanzar un último mensaje a la comunidad universitaria: «Estoy muy agradecido a todos. He hecho todo lo que he podido y ahora toca dejar el testigo. La Universidad debe seguir con más fuerza si cabe, continuar por la misma senda para que cada vez sea mejor y esté más reconocida».
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