«Garantizar un suministro estable de materias primas es vital para Europa»

El curso de hoy, denominado jornada técnica bajo el epígrafe de 'Materias primas necesarias para la transición energética', sirvió para dejar clara la importancia de estos elementos dentro de la carrera por descarbonizar y electrificar la economía. En este sentido, Rosa Menéndez hizo un repaso a las iniciativas que se están llevando a cabo en el ámbito de la UE y en las que el CSIC tiene una importante presencia. «Tenemos que desarrollar cadenas de valor resilientes, reducir nuestra dependencia con recirculación de materiales o innovaciones que nos den autonomía, fortalecer la obtención de materias primas en la UE y diversificar nuestros proveedores», enumeró.

Para alcanzar todos estos objetivos, Rosa Menéndez explicó el papel que juega el EIT Raw Materials, una institución europea encargada de «conectar» la industria con el ámbito académico, científico e inversor con el objetivo de dirigir la economía a un espectro «verde y circular». Una institución con la que colabora el propio CSIC, la principal entidad investigadora española que ya trabaja en varios proyectos para cubrir las líneas enumeradas por Rosa Menéndez. Nuevos métodos de explotación minera, de exploración, extracción y procesamiento o la mejora en la búsqueda de depósitos de materiales críticos son solo algunos de los campos en los que está inmerso el CSIC. «Hay que garantizar que la UE tenga independencia en materias primas, es fundamental para todos».

A la ponencia de Rosa Menéndez le siguió una mesa redonda sobre la transición hacia una economía baja en carbono en la que participaron varios expertos en cuestión de materias primas. Una de ellas fue Nuria Menéndez, directora general de la compañía Orovalle, quien se mostró crítica con la planificación que está desarrollando la UE en este proceso. «Los planes no se están trasladando a los países y las regiones. Hay un déficit de transparencia a los ciudadanos sobre las consecuencias de los objetivos de descarbonización, no se cuantifican los impactos», apuntó. La responsable de Orovalle señaló que una de las claves para que el proceso se lleve a cabo sin producir graves daños en la economía es la «base tecnológica», un proceso de adaptación constante para evitar graves impactos. Junto a él, Nuria Menéndez apuntó la necesidad de «coordinar con todos los ejes económicos» una «hoja de ruta que permita cuantificar los impactos».

El CEO de Atlantic Cooper, Javier Targhetta, alertó por su parte de la problemática que se puede abrir en torno a las materias primas si «se incrementa la demanda y se frena la oferta. Otros lugares como EE UU y China están mejor posicionados en este aspecto».

Gregorio Rabanal, presidente del Grupo Hunosa, destacó por su parte la necesidad de aprovechar la base industrial asturiana en la transición energética y «aprovechar las materias primas, tanto energéticas como no energéticas, que hay en Asturias». Carlos Artola, director general de Minersa, puso el foco en la necesidad de reutilizar materiales, fomentar el autoabastecimiento de materias primas de la UE y garantizarlo además con proveedores. Además, señaló la conveniencia de que Asturias se posicione en el negocio de la movilidad eléctrica «aprovechando la infraestructura industrial» con la que ya cuenta Asturias.