OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Martes, 15 de junio 2021, 04:34
Lo decía recientemente el rector, Ignacio Villaverde, en las páginas de EL COMERCIO: había que analizar cómo gastaba la Universidad de Oviedo antes de pedir más dinero al Principado de Asturias. Y el equipo rectoral se ha aplicado con conciencia en ello. Ayer, ... en la primera reunión del nuevo Comité de Coordinación de Centros de la Universidad, Villaverde presentó un exhaustivo análisis de las cuentas de centros, departamentos y gastos, un estudio comparativo en base a varias variables que, según los presentes, dejó sobre la mesa cifras «interesantes» sobre cómo y en qué gastan. Un análisis, aseguran, que no se había realizado nunca hasta ahora del gasto por alumno en los distintos centros y de los niveles de ejecución del presupuesto anual. Esto último, según explicó el propio rector, era algo preocupante, ya que se han encontrado niveles excesivamente bajos en algunas áreas.
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El análisis no tenía la intención, cuentan los responsables de centros, de poner en tela de juicio ninguna gestión, sino de «reflexionar en qué tenemos que gastar para no malgastar». Eso, sin duda, provocará reajustes en los presupuestos. Pero es que, además de eso, el rector ha puesto sobre la mesa un importante cambios: por primera vez, una parte del presupuesto de los centros se vinculará a la consecución de determinados objetivos. Se persigue así la misma filosofía del contrato programa que la propia Universidad tiene firmado con el Principado. Es decir, todos los centros seguirán teniendo una parte prespuestaria fija (que se calcula teniendo en cuenta muchísimas variables, como el número de alumnos o las prácticas, por ejemplo), pero otra parte dependerá de la capacidad de cada centro, departamento y campus de conseguir los objetivos que se marquen y que podrían ser diferentes en cada caso, según la especificidad de cada área.
Se trata, es evidente, de un cambio importante en la filosofía del reparto del presupuesto, que trata de incentivar a los centros. Ya lo avanzó también Villaverde: «La Universidad está desequilibrada, hay sectores y ámbitos que van muy bien, que son muy punteros, y ámbitos que están en el olvido o que han perdido el paso». Parece claro que el equipo rectoral quiere que estos últimos recuperen el paso.
Ha habido que esperar más de lo previsto y los plazos empezaban a estar ajustados, pero finalmente la Universidad de Oviedo ha llegado a tiempo para poner en marcha en septiembre el grado de Ciencia e Ingeniería de Datos. Hoy se celebrará la presentación oficial, en el Aula Magna de la Escuela Politécnica de Ingeniería, en Gijón. Asistirán el rector, Ignacio Villaverde; el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez; el director de la EPI, Juan Carlos Campo, y el catedrático Antonio Bahamonde, presidente de la comisión que elaboró el plan de estudio.
Por el momento se prevé que el porcentaje de la financiación ligada a los objetivos sea pequeña y tampoco se aclaró en el encuentro si la nueva fórmula se aplicará ya en las primeras cuentas que diseñe el equipo de Villaverde. Lo que sí se planteó en la reunión de ayer fue el ejemplo de varias universidades españolas que ya están aplicando este modelo. El sentir general de los responsables universitarios fue positivo. Para empezar, porque es la primera vez que tienen presupuestos comparados entre centros y departamentos, porque el análisis que se ha realizado les pareció «serio» y porque todos valoran la posibilidad de introducir mejoras en la gestión.
Por su parte, el rector valoró que el órgano que ayer se puso en marcha «nos hacía mucha falta, porque los centros, los departamentos y los institutos, que son los que llevan el peso del día a día de la Universidad, quedaban muy diluidos en su condición de invitados al Consejo de Gobierno y necesitaban un órgano donde expresar sus preocupaciones», explicó al término del encuentro Ignacio Villaverde. El rector se ha comprometido a llevar al Consejo de Gobierno las cuestiones que surgan de este comité de coordinación.
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En el encuentro se habló también de la auditoría de espacios que está realizando el equipo rectoral. En este sentido, uno de los problemas más urgentes que tenía la Universidad, la falta de espacio en algunos centros del campus de Llamaquique, «ya está bien enfocado», destaca Villverde, que ha agradecido a los equipos directivos de todos los centros implicados «su buena disposición y generosidad» para el reparto y la reubicación de alumnos.
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