Canteli: «El campus de Mieres fue un error político y no se llena a costa de Oviedo»

Detrás de esta decisión, dijo, está «el argumento de llenar un campus en el que se inviertieron 130 millones de euros en unas instalaciones previstas para 6.000 alumnos y en el que hoy no hay 500 estudiantes. No es explicable ni entendible».

Y prosiguió: «El campus de Mieres fue un error político en los años dorados de los fondos mineros. Y con esta valoración no busco generar guerra localista. Tengo un profundo respeto a Mieres y su alcalde, pero fue un error y muchos piensan lo mismo». Apuntó que se alegraría de que «tuviera la ocupación para la que se construyó, siempre que sea con nuevos grados que respondan a las necesidades de la sociedad y las empesas, pero no a costa de Oviedo. El abandono al que fue sometido desde su creación no se soluciona desvistiendo a un santo para vestir otro». En su opinión, «este plan fue elaborado con nocturnidad y alevosía, sin diálogo con el Ayuntamiento ni con la dirección del centro cuando los ovetenses también van a financiarlo».

En este sentido, en el marco de una polémica en la que se ha pedido reiteradamente respeto a la autonomía universitaria, Canteli señaló que «la autonomía universitaria desaparece cuando es el Principado, es decir todos los asturianos, quienes tenemos que pagarla con nuestros impuestos».

Aludió de nuevo a que «se ha dejado agonizar la escuela, sin inversiones, sin mantenimiento y sin titulaciones afines para rentabilizarla», poniendo como ejemplo el grado de Renovables. «Van a gastar el dinero que no tienen en un traslado que destruirá un importante patrimonio de Asturias en lugar de potenciar la escuela y en desarrollar el campus de El Cristo para no perder más titulaciones». Porque, en su opinión, «después de Minas podría marchar Ingeniería Química o Informática para Gijón. Cuando sea evidente que no tienen recursos para ejecutar el resto del plan, no es descartable que planteeen que es más barato llevar otros grados a Mieres y Gijón. No es una maniobra académica, sino política».

El director de la Escuela de Minas, Francisco Javier Iglesias, reconoció la falta de apoyo del claustro. «Cada uno piensa en su centro y en lo que le afecta», pero seguirá «luchando para que el Rectorado recapacite sobre un movimiento de edificios que supone una gran cantidad de dinero en medio de una complicada situación presupuestaria y que no supondrá mejor calidad en la investigación ni en la docencia. Es un error. No estamos aferrados a un edificio, sino a una titulación y un modelo de éxito».

La decisión última será del Principado. «Cualquier decisión que tomemos estará consensuada y apoyada en el rigor académico, la viabilidad económica y en ofrecer el mejor servicio a la sociedad. No obstante, nos alegramos de que cuente con una propuesta de futuro que incluye un detallado análisis sobre la oferta académica y reordenación de espacios necesaria y urgente en algunos centros y campus».