«La Universidad será presencial en un 75% si seguimos en las condiciones actuales»

La situación fue un reto que representó una prueba de esfuerzo. «La suspensión se superó con un despliegue en el que se dio un paso casi inmediato a 'online', a base de seminarios cortos, cursos de formación», contó.

El campus virtual propició la planificación de tareas. En él se llevaron a cabo 7.000 exámenes y más de 90.000 pruebas individuales; hubo más de 100.000 conexiones diarias y las incidencias fueron mínimas, defendió García Granda. Para ello hubo de gestionarse la compra de tarjetas para conexiones, repartir ordenadores para atender todas las necesidades. Se atendieron todas las situaciones, aunque en zonas rurales hay serias dificultades debido al déficit de conexiones. La colaboración de ayuntamientos y la FACC «fue excelente». Se construyó un gabinete de crisis, se creó en la web un 'espacio COVID', se habilitó un buzón de sugerencias y contestaron a cientos de mensajes.

Además, se adecuó un laboratorio para hacer tests y se cedió la residencia del campus de Mieres a las autoridades sanitarias. «Hemos procurado ser ágiles y prudentes». Pese a toda esta planificación, el rector quiere una enseñanza presencial y aseguró que, salvo incidencias vinculadas a la COVID, «la Universidad será presencial en un 75% si seguimos en las condiciones actuales». El atractivo de la Universidad de Oviedo será una «presencialidad segura».

Pero no todo son parabienes en la institución académica. Hubo también carencias y dificultades relacionados con la investigación, que expuso la presidenta del comité de empresa de la Universidad de Oviedo, María Ángeles Fal, quien denunció la precariedad laboral que existe en este ámbito y apuntó a que debe existir una apuesta decidida por parte del Principado. Esa apuesta significaría un futuro para Asturias, defendió Fal. Mucho personal joven y bien formado, explicó, no puede completar su ciclo precisamente por las condiciones que se les ofrecen o porque se suspenden las becas.

Pero no solo los investigadores necesitan cambios, también el personal administrativo y de servicios. Durante años, dijo la presidenta del comité, se ha «bloqueado» su tasa de reposición, lo que se traduce en plantillas envejecidas y reducidas y cuya situación ha quedado en evidencia durante esta crisis. La mayoría son trabajadores de más de 60 años, lo que significa que son «vulnerables y con problemas para la incorporación presencial». «Ese envejecimiento hay que atajarlo», dijo Fal.

«La sostenibilidad hará que Asturias destaque y eso nos traerá rendimientos» dijo el rector, que auguró una importante afluencia de estudiantes Erasmus y una buena movilidad exterior.

El catedrático de Derecho Civil Ramón Durán, por su parte, animó a no escatimar medios porque ello aportará seguridad a la región y se manifestó especialmente preocupado por las personas mayores. Su propuesta es que todos puedan acceder a una residencia o centro público o privado, «descontando, por ejemplo, el 80% de su pensión», propuso.

María José Villaverde, orientadora del IES Montevil, de Gijón; César Antonio Cascante, profesor jubilado, y Elisa Beltrán, profesora de Educación Primaria y especializada en Educación Especial, coincidieron en que la brecha digital existente constituye un gran problema a tener en cuenta, además del desarrollo de estrategias y protocolos bien sistematizados. La orientación educativa y la atención a niños con necesidades especiales fueron objeto de debate.