La Universidad da un paso esencial para la implantación de Ingeniería de Datos

Tal pareciera que quiere la Universidad de Oviedo recuperar tiempo perdido, porque el orden del día del Consejo de Gobierno que se celebrará el viernes lo incluye todo. O casi todo. 24 puntos, uno detrás de otro, con algunos de gran importancia. Como la «propuesta de implantación de las enseñanzas conducentes al título de Grado de Ciencia e Ingeniería de Datos por la Universidad de Oviedo», esperado desde hace tiempo por la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (EPI). Era una de las tres titulaciones que peleaban por abrirse camino en la Universidad, con Deportes y Criminología. De momento, Datos tiene ventaja ya que todo hace indicar que si el Consejo de Gobierno lo incluye en su orden del día es porque confía en el apoyo del Principado, algo indispensable para hacer realidad la nueva titulación en el curso 2021-22.

Es este un tema importante, pero no será posiblemente el que más debate provoque. Sí se esperan más problemas en la propuesta de nombramiento de profesorado emérito, cuestión que normalmente suele producir ciertos choques que este año pueden ser mayores, por los nombres que hay sobre la mesa. Hay tres nombramientos posibles y dos ya están decididos: Ana María Cano, catedrática de Filología Clásica y Románica, y Jorge Benito Cannata, catedrático de Medicina. El tercer nombre tendrá que ser votado entre varios candidatos y se da la circunstancia de que entre ellos están dos excandidatos al Rectorado: José Muñiz y Pedro Sánchez Lazo. Sin duda, será una elección complicada para todos los miembros del Consejo de Gobierno.

Hay todavía un tercer tema que ya es seguro que no será fácil sacar adelante. Se trata de la «propuesta de Plan de Adaptación de la actividad docente de la Universidad de Oviedo para el curso 2020-2021», es decir, el necesario protocolo que debe tener la institución académica para recoger las medidas obligatorias por la COVID-19. En este sentido, el rector, Santiago se ha basado en el documento de instrucciones del Ministerio de Universidades, que plantea como medida 'estrella' garantizar siempre la distancia de 1,5 metros entre personas en todas las actividades que se lleven a cabo en la institución. Y eso no es sencillo. Hasta tal punto, que en algunos grados, y en concreto en algunos cursos, eso supondría realizar prácticamente toda la actividad docente de forma telemática. Mantener esa distancia de seguridad reduciría la capacidad de las aulas a una cuarta o incluso una quinta parte de la actual. La cuestión no será, por tanto, difícil de organizar.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno dará el visto bueno a la propuesta de creación del Instituto Universitario en Género y Diversidad como instituto de investigación, así como a la propuesta de creación del Instituto Mixto de Biodiversidad como instituto mixto de investigación. También hay propuestas de reconocimiento y revaluación de grupos de investigación, así como la aprobación del Código Ético y la designación del presidente de la Junta Electoral.