La UE valora quitar fondos a la PAC para acelerar la independencia del gas ruso

La geopolítica se impone, y las grandes razones continentales se superponen a la necesidad del campo español de las ayudas europeas para subsistir. Es como una manta demasiado corta. Si se enfrían los hombros y se tira de ella para taparlos, los pies se congelan.

Es lo que puede pasar, según explicó en Bruselas esta semana la eurodiputada asturiana de Ciudadanos, Susana Solís, a un grupo de periodistas españoles entre los que se encontraba EL COMERCIO como único medio asturiano. La parlamentaria indicó que el paquete REPowerEU es una «iniciativa ambiciosa y muy positiva», pero alertó de que «tal y como se ha diseñado, permite destinar fondos estructurales y de la PAC para financiar estas inversiones. Aquí es donde tenemos un problema y hemos lanzado la denuncia: se trata de fondos fundamentales que no pueden desviarse», afirmó.«Nadie pone en duda la necesidad de cortar lazos con los combustibles fósiles rusos y de hacerlo lo más rápido posible. Pero estos planes no deben restar un euro de la PAC o de Cohesión, es pan para hoy y hambre para mañana», expuso la eurodiputada.

La propuesta de la Comisión, sin embargo, es financiar parte de este paquete a través de los fondos de Recuperación y Resiliencia, a los que a su vez se pueden hacer transferencias adicionales desde los Fondos de Cohesión (hasta el 12,5% de la asignación nacional, de 26.900 millones) y del Fondo Agrícola de Desarrollo Rural y la PAC (también hasta el 12,5%, lo que supone 7.500 millones adicionales).

Nada más conocerse los detalles, la eurodiputada liberal se dirigió en una pregunta escrita a la Comisión Europea para pedirle explicaciones. «Es preocupante que se prevean transferencias desde los fondos de cohesión y de los fondos dedicados a la agricultura, fundamentales para evitar una crisis de suministros alimentarios en Europa», denunció.

Para poder cortar la dependencia de los combustibles fósiles rusos, una prioridad del programa REPowerEU sería aumentar las interconexiones de gas e hidrógeno dentro y fuera de la UE, «proyectos necesarios para el futuro energético de Europa y que como tal deben ser financiados de manera conjunta», indicó Susana Solís, que añadió que para cumplir con los plazos, se requieren inversiones elevadas como el MidCat, un macroproyecto estratégico para Europa que conecta España con Francia y que, por ello, necesitaría un mecanismo específico de financiación», anotó.

En ese sentido, la necesidad de cortar los lazos con Rusia abren la puerta a que «España se convierta en una puerta de entrada de gas natural licuado e hidrógeno para toda Europa», sobre todo considerando que nuestro país cuenta con el 37% de la capacidad de regasificación de los Veintisiete, con seis plantas regasificadoras en activo y una, la de Gijón, hibernada, pero que podría activarse de forma inmediata si fuera necesario, como explicó durante la misma jornada Yolanda García Mezquita, experta de la Dirección General de Energía de la Unión Europea.

Pero en lo que discrepa la eurodiputada asturiana de la propuesta de la Comisión es que esas inversiones deban restarse a los Fondos de Cohesión o a la PAC, dado que «la política de cohesión invertirá unos 100.000 millones entre 2021 y 2027 en descarbonización y transición verde impulsando las energías renovables, el hidrógeno y otras infraestructuras». Por ello, pide que se pongan en marcha ya los programas de cohesión y que se busque otra financiación por el REPowerEU que no detraiga un euro para las regiones: «La cohesión territorial y la lucha contra la despoblación son una prioridad como lo es también la transición energética, y ninguna debe estar supeditada a la otra. La política de cohesión está orientada a reducir las disparidades regionales y no a proyectos de interés general de la UE. Para eso existen los fondos de gestión directa», recordó Solís.