Carteles de 'rebajas' en una zapatería gijonesa. damián arienza

La Unión de Comerciantes defiende que haya rebajas porque los aforos ya están limitados

La prohibición de realizar «acciones comerciales», para evitar las aglomeraciones, genera una nueva confusión en la desescalada

Miércoles, 13 de mayo 2020, 02:18

Una disposición adicional segunda, la confusa letra pequeña del Boletín Oficial del Estado del pasado sábado sobre la reapertura del comercio durante la fase 1 de la desescalada, disparó ayer todas las alarmas del sector. «Los establecimientos no podrán anunciar ni ... llevar a cabo acciones comerciales que puedan dar lugar a aglomeraciones de público, tanto dentro del establecimiento comercial como en sus inmediaciones», reza el texto. ¿Significa esto que no habrá rebajas? Puede que sí... o quizás no.

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La ambigüedad del párrafo da lugar a diferentes análisis, y así lo reconoce el director general de Comercio de Asturias, Julio Zapico: «No puede haber certeza jurídica en este momento, sino solamente interpretación». La suya, que «la clave es evitar la aglomeración, debiendo ser las autoridades sanitarias quienes definan 'aglomeración'», y no las rebajas en sí, coincide con la que hace la Unión de Comerciantes de Asturias. Ante el revuelo que la idea de una desescalada sin rebajas estaba causando, la Unión de Comerciantes envió un comunicado para aclarar que, a su juicio, los descuentos no peligran, teniendo en cuenta que ya hay restricciones de aforo para el comercio. «No se prohíben las rebajas ni el descuento en sí, sino la aglomeración», resume la gerente de la entidad, Carmen Moreno. «La norma solo dice que no se pueden llevar a cabo acciones comerciales que provoquen grandes concentraciones de personas, tales como rebajas, sí, pero tampoco un concierto, un desfile de moda o contratar a famosos. Lo esencial es que no se pueden provocar aglomeraciones, y eso es lo que la autoridad debe definir». Por tanto, interpreta que «si la empresa hace cualquiera de estas cosas, incluyendo poner rebajas, y cumple con el aforo, puede hacerlo».

Al otro lado del mostrador, la Unión de Consumidores también entiende que la cuestión no es bajar o no los precios, sino «evitar un efecto llamada que sería negligente». Dacio Alonso, su presidente, entiende que «perfectamente podrían hacerse rebajas, siempre que no atraigan a demasiada gente a un tiempo». De este modo, pide «responsabilidad» tanto al comercio como a los propios consumidores para «garantizar que las compras sean seguras». Los descuentos, con la prudencia que requiere la situación, pueden ser positivos para ambas partes: «Al comerciante, que necesita liquidez, le interesa sacar productos a precios atractivos; mientras que el consumidor quiere comprar más barato en una situación económica complicada».

Una medida «incoherente»

Entretanto, parte del sector español que sí considera que el texto implica una prohibición implícita de las promociones ha calificado de «incoherente» la medida, teniendo en cuenta las limitaciones de aforo. «Especialmente sangrante» le parece a la Confederación Española de Comercio que el texto excluya «las ventas en rebaja, en oferta o promoción que se realicen a través de la página web», aunque esta especificación pueda deberse a que, como apunta Zapico, este medio «está limitado respecto a las acciones comerciales a realizar». Para las grandes empresas de distribución, como El Corte Inglés, la preocupación continúa siendo «que se permita la apertura cuanto antes. Una vez ocurra, nos adaptaremos a la ley intentando que prevalezca la seguridad de los clientes».

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