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El turismo rural asturiano pinchó en julio. El turismo rural asturiano lideró en la cornisa en julio. Ambas afirmaciones son tan veraces como aparentemente contradictorias. La fórmula de alojamiento de la que Asturias fue pionera en los años 90, no está superando la pandemia ... al ritmo del resto de la oferta, es decir, de hoteles, campings y apartamentos turísticos. En julio recibió 52.734 turistas y vendió 185.976 estancias. Ambas cifras suponen descenso del 3 y del 10% respectivamente sobre el año pasado. Y se sitúan a años luz de las cifras logradas en el último año antes de la pandemia. En julio de 2019, los alojamientos rurales del Principado recibieron 61.886 clientes y vendieron 294.530 estancias.
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Una caída libre que tiene su repercusión en los datos anuales. Aunque ganó un 4% de clientes, al llegar a 159.322, en pernoctaciones tiene números rojos: las 432.514 estancias vendidas en siete meses suponen un 7% menos que en el mismo periodo, pero de 2023.
Pese a caer, el turismo rural asturiano sigue siendo la modalidad de alojamiento favorita del país. En julio, Asturias fue líder en visitantes de la España Verde, la marca turística que engloba también a Galicia, Cantabria y País Vasco. Frente a los 52.734 clientes del turismo rural asturiano, Cantabria se quedó en 40.208; Galicia en 27.173, y País Vasco en 22.217.
En pernoctaciones, el músculo asturiano es aún mayor. Las 185.976 estancias vendidas sitúan al Principado como el cuarto destino favorito de todo el país. Solo mejoran los datos regionales los alojamientos rurales de Baleares (241.206), Castilla y León (228.301) y Andalucía (194.691).
Un pinchazo el rural que se suma al hotelero, adelantado por EL COMERCIO, y al de los campings. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha hecho públicos los resultados de los alojamientos extrahoteleros en julio, evidencian que, en el verano del lleno regional, la oferta profesional no mejora las cifras del año pasado.
Así, los campings asturianos alojaron en julio a 80.635 turistas, un 4% menos que el año pasado. Las reservas cayeron un 2% al quedar en 313.843. A diferencia de lo ocurrido con hoteles urbanos y turismo rurarl, en el acumulado del año los campings mantienen el signo negativo. En siete mes recibieron a 131.567 clientes y vendieron 484.755 estancias. En ambos casos, un 7% menos que en 2023.
Los hoteles y las casas rurales salvan el año tras desestacionalizar. Han sido los aumentos logrados durante la temporada baja la que permite a los hoteles crecer un 4% en clientes y un 2% en reservas entre enero y julio, y a las casas rurales un 4%, pero solo en clientes. Y a Asturias llegar a agosto con 1.520.138 turistas y 3.407.058 estancias. Un 3 y un 1% más respectivamente.
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