Varias asociaciones de pensionistas asturianos reclaman el fin de las citas previas en los trámites con la Administración

Llegó con la pandemia y se ha quedado. La cuestión es que el Gobierno central no ha declarado aún el fin de la pandemia, por lo que sigue en vigor la ley de 2020, ampliada en 2021, que obliga a los servicios del Estado a que sus trámites presenciales se realicen exclusivamente con cita previa.

Así lo explican desde el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, un organismo, no obstante, que se ha pronunciado sobre el asunto. Aunque, obligados por la norma, mantienen la cita previa en servicios como los registros, ya ha pedido cambios. La Sala de Gobierno del TSJA ha emitido ya varias peticiones y recomendaciones para que se «restituya la normalidad». En cada reunión del organismo, la última el día 8 de marzo, se recoge esta misma recomendación a la Administración, una vuelta a la normalidad que debería pasar por retirar las pantallas que aún se mantienen algunos juzgados. En lo que de este organismo depende, por ejemplo, en la posibilidad de acceder a los juicios, esa normalidad ya ha vuelto.

La solicitud es un clamor entre los usuarios, especialmente entre los colectivos más vulnerables. Los mayores, por ejemplo. Este mismo miércoles se harán oir. Colectivos de mayores de toda Asturias están citados en la Delegación del Gobierno, con motivo de las actividades organizadas en esta Semana de Administración Abierta. La secciones de Pensionistas de UGT y CC OO coinciden en su «preocupación» por este asunto. De hecho, José María Gómez, de CC OO, lo avanza: «Vamos a pedir que se eliminen las citas previas, al menos para los mayores. Existe la brecha digital y no tenemos salud para ir todos los días a hacer cola». Pepe Fuertes, de la Asociación de Pensionistas de Asturias, lo tiene igual de claro. «Ha ocurrido una doble desgracia. Primero fue la pandemia. Y luego, que las administraciones han aprovechado aquello para retraernos de ir donde tenemos que ir». Una «desgracia» que Fuertes hace extensible a otras cuestiones, como las esperas en Sanidad el uso cada vez más extendido de los servicios online en banca.

Los ganaderos asturianos también dicen 'basta'. Desde COAG Asturias indican que el mayor problema se percibe en los servicios de atención de Hacienda y de la Seguridad Social. Aunque también ven como ventaja que la cita previa «evita esperas para ser atendidos», las «dificultades son la demora y lo complicado que resulta hacer la propia solicitud de cita», por la imposibilidad de contactar por teléfono o porque no todo el mundo tiene los conocimientos para la gestión telemática, algo que en un entorno rural especialmente envejecido como el asturiano es particularmente notorio. Desde COAG se aclara que «gestionamos a la gente las citas en la medida de lo posible», mientras instan a los usuarios a hacer un esfuerzo de adaptación a las nuevas formas de relación con la Administración.

La situación difiere mucho entre servicios, trámites y administraciones. Desde la Federación Asturiana de Concejos admiten que «debemos dar facilidades a la ciudadanía a la hora de realizar trámites o recibir una determinada atención. Por tanto, lo adecuado es compatibilizar la modalidad de cita previa con la posibilidad de ser atendido sin tener que haber reservado hora». El objetivo es «que nadie encuentre dificultades o se sienta excluido a la hora de acudir a una ventanilla de cualquier Administración». La gran mayoría de los ayuntamientos asturianos, dicen desde la FACC, ya compatibilizan ambas opciones.

Los servicios de carácter administrativo no son los únicos que están en la diana de los ciudadanos, que también dirigen sus quejas hacia la sanidad pública asturiana. Conseguir una cita vía telefónica en los centros de salud de la región, especialmente en los urbanos, puede llevar varios días y, en algunos casos, más de un centenar de llamadas. Sin embargo, «si viene alguien sin cita que necesita atención médica, la tiene», precisa Rubén Villa, presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria. «Las citas son necesarias para ordenar la demanda, pero no dejamos de atender a nadie que lo necesita». insiste Villa. O dicho de otro modo: «No creo que haya un problema de accesibilidad, sino quizás un exceso». Pone como ejemplo el caso reciente de un paciente que pidió cita con el médico tres veces en una misma semana por una tos. «La gente tiene que entender que la plantilla en Atención Primaria está cogida con alfileres y nuestras agendas no pueden estirarse más», explica Rubén Villa.