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A. MORIYÓN/ M. SUÁREZ
OVIEDO.
Viernes, 10 de febrero 2023
Cada día que pasa, al presidente del Principado se le ve más enfadado con el fiasco de los trenes de Feve. «Estoy que me lleva Dios», admite Adrián Barbón a las claras cuando se le pregunta por el asunto fuera de las comparecencias ... oficiales. Delante de los micrófonos, dice lo mismo, pero con otras palabras: «Da igual que los trenes sean más pequeños o más grandes que los túneles, me sigue sonando igual de absurdo».
Lo único que se salva de «esta chapuza», en su opinión, es que «al menos los trenes no llegaron a fabricarse, gracias a la responsabilidad de la empresa contratada». Por lo demás, «mi absoluto desacuerdo con la gestión» de un asunto que ha puesto en evidencia al Ministerio de Transportes y complica el discurso del Gobierno del Principado de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales. «Ha habido un problema claro de comunicación, interna seguro, y hacia las comunidades afectadas», lamentó Barbón.
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Los presidentes de Asturias y Cantabria acudirán a su reunión del 20 de febrero con la ministra de Transportes con «una posición común». Exigirán «una compensación» por el error; «una planificación distinta», ahora que el plazo para renovar la flota de Feve se demora dos años, y «la depuración de responsabilidades». Barbón evitó pronunciarse sobre si esas responsabilidades deben ser políticas y materizalizarse en forma de dimisiones: «El día 20, esperemos al día 20», subrayó, dando por hecho que entonces habrá noticias.
La Cámara de Comercio de Oviedo opina que el retraso en la construcción de los trenes, como consecuencia de un error en los cálculos de las dimensiones, «supone una nueva discriminación a Asturias» y entiende que, por este nuevo escándalo, la región debe ser «compensada de manera notable, tanto en plazos como en inversiones». Considera que es el momento de exigir «que haya plazos establecidos y cumplibles por parte del ministerio», así como que se modernice la flota de tal manera que pueda «aliviar las expectativas de tener una mejora sustancial en este medio de transporte».Reclama también explicaciones sobre «por qué no ha salido a la luz antes un problema que era conocido por la propia ministra», ya que, reprochan, las ofrecidas hasta la fecha «son poco entendibles y creíbles, al ser contradictorias en unos casos y en otras dispersas e inauditas». Además, exigen que se depuren responsabilidades «para que el ministerio sea creíble».
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, también tiene la vista puesta en esta reunión con la ministra y espera poder arrancar de la misma el compromiso para que las obras comiencen cuanto antes. El dirigente cántabro entiende que la «chapuza» de los trenes debe tener consecuencias «más importantes» y por lo tanto deben rodar cabezas de «peces gordos» y no de dos «parvulillos», dijo en relación a los ceses de técnicos que, según ha trascendido, ya iban a abandonar sus funciones por otros motivos. «Me llevo las manos a la cabeza porque esto pase en un país como España, que tiene los mejores ingenieros y las mejores empresas de construcción en el mundo», insistió el presidente, que ha asegurado que todos estaban convencidos de que los trenes «se estaban construyendo». «La demora no hay quien la arregle, pero sí tenemos que obtener de Madrid la seguridad de que las obras se empiecen este año y que los trenes se nos vayan entregando a medida que vayan saliendo», exigió.
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