Transición obliga a reparar el daño a los acuíferos de la variante 20 años después

El Boletín Oficial del Estado ha confirmado el anuncio que los ganaderos y vecinos de la subcuenca leonesa del Bernesga llevaban esperando desde 2017. Los daños causados por la obra de los túneles de la variante de Pajares deberán ser reparados para recuperar los millones de litros de agua que cada año se filtran a Asturias.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha estimado la reclamación presentada por la Federación Leonesa de Entidades Menores y exige una nueva resolución de impacto ambiental que modifique la realizada en 2002. «Las obras no han concluido y no concluirán hasta que se solucione el problema con León», ha anunciado el secretario Carlos González-Antón.

Desde 2017, los vecinos y ganaderos de los municipios de Villamanín y La Pola de Gordón llevan sufriendo «un grave perjuicio económico y natural» que ha secado y afectado a 20 acuíferos y 30 manantiales del río Bernesga, restringiendo el suministro de agua y el uso de abrevaderos para el ganado.

Los técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica así lo han reconocido y exigen que se corrija la situación.

Según la resolución que publicó ayer el BOE, Transición Ecológica obliga al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), como responsable de construcción de la obra de la variante de Pajares, a subsanar estas deficiencias. Según el texto, se deben acometer actuaciones para sellar las filtraciones y devolver al cauce del Bernesga lo que sea «técnicamente viable» y compensar lo que no sea posible. O lo que es lo mismo, a esta subcuenca de leonesa de la cuenca hidrográfica del Duero debe asegurarse la reposición de los 10.060 millones de litros de agua que cada año se van a la vertiente cantábrica. Una cantidad que serviría para abastecer a la ciudad de Oviedo durante todo un año y que entrega a Asturias 5,5 litros de agua por cada kilómetro de túnel, es decir 319 litros por segundo y 28 millones de litros de agua al día, suficiente para llenar ocho piscinas olímpicas a diario.

La resolución reconoce que la declaración de impacto ambiental de 2002 fue «insuficiente», así como las medidas para evitar las filtraciones en los túneles tomadas hasta ahora. Se establece también la creación de una comisión de seguimiento entre Adif, Junta y Federación de Entidades Locales y garantizar «de forma inmediata» el restablecimiento del abastecimiento de agua para los vecinos y la fauna del Bernesga, que vieron como sus recursos hidrícos quedaron afectados por la construcción de los túneles.

Estas actuaciones, según Transición Ecológica, deben programarse y ejecutarse «con la debida urgencia». La pregunta, pues, es obligada: ¿supondrán un nuevo retraso a la apertura de la variante de Pajares? El presidente del Principado dio ayer la respuesta. «No afectará a los plazos», dijo Adrián Barbón. «O al menos eso nos ha trasladado hoy el Ministerio de Transportes», añadió.

El jefe del Ejecutivo autonómico desveló que fueron responsables ministeriales quienes en la mañana de ayer le llamaron para informarle de la publicación de esta resolución y que en esa misma comunicación le trasladaron su compromiso de «en modo alguno» las obras que se llevarán a cabo para sellar las filtraciones afecten a los plazos de apertura. Aunque Transportes sigue sin fijar una fecha exacta, en la última vista del secretario de Estado de Infraestructuras, Xavier Flores, se apuntó a noviembre o principios de diciembre como el momento en el que puedan entrar en servicio los túneles.

Por si acaso, Barbón advierte de que «si hubiera cualquier mínima duda de que pudiera haber nuevos retrasos, el primero en oponer seré yo. ¡Ya está bien! Que busquen otra alternativa», dijo.

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