Un tramo «peligroso y no adecuado para ir con niños»

Quienes conocen bien el río más oriental de Asturias saben que es cambiante y caprichoso. Si bien en su último tramo, desde Niserias, el descenso es tranquilo y divertido, en el medio, elegido para la actividad en la que falleció la joven madrileña, tiene aptitud de aguas bravas. Por este motivo, ya desde el primer momento varios pescadores y expertos en este tipo de actividades a los que consultó este diario selañaron que el recorrido que hicieron la víctima y sus compañeros «no es adecuado para ir con niños o personas sin experiencia».

El sifón en el que quedó atrapada la joven, apuntaron, es «muy peligroso» y conocido por quienes frecuentan el Cares, por lo que lo recomendable suele ser, bien elaborar un sistema de cuerdas para garantizar el paso seguro de los clientes, bien salir a tierra firme y portear los kayaks hinchables varios metros aguas abajo. Aquel 3 de julio, sin embargo, fueron varias las embarcaciones que, descontroladas, colisionaron entre sí y con las rocas, volcando y arrojando a sus tripulantes al agua, entre ellos la fallecida.