

Secciones
Servicios
Destacamos
P. SUÁREZ
GIJÓN.
Viernes, 8 de marzo 2019, 03:19
Los agentes de la Guardia Civil tienen claro que el accidente de autobús ocurrido en Avilés el pasado mes de septiembre y en el que cinco personas perdieron la vida se produjo por un fallo humano. De hecho, todo apunta a que el chófer sufrió un ataque de epilepsia que provocó que perdiese por completo el control del vehículo y terminase empotrando el autobús contra el pilar de un puente de la autopista. No obstante, en su informe pericial los investigadores advierten sobre la posibilidad de que el tramo en el que tuvo lugar el siniestro no estuviese correctamente señalizado o, al menos, preparado para gestionar este tipo de colisiones.
En este sentido, consideran que se debería haber instalado un sistema de contención de vehículos, como el que se procedió a colocar tras el accidente, en lugar de una doble barrera de plástico que el autocar terminó arrollando en su fatal trayectoria hacia el pilar del puente. Cabe destacar que expertos de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias examinaron en su día el disco del tacógrafo del autobús siniestrado y confirmaron que el vehículo circulaba a «entre 80 y 90 kilómetros por hora» en el momento del impacto. La velocidad permitida en la vía era de 70 kilómetros por hora, por lo que la Guardia Civil prácticamente descartó desde el primer momento que la causa del accidente fuese un exceso de velocidad.
Los investigadores de la Guardia Civil habrían centrado sus pesquisas en un posible ataque epiléptico o similar que explicaría la pérdida de control del vehículo por parte del chófer, Omar L., quien consiguió salir vivo del accidente pese a perder una pierna tras la colisión. Lo hicieron a raíz de las conclusiones obtenidas en un estudio etiológico que también reflejaba una tendencia a este tipo de ataques en el conductor, quien en 2015 cogió un año de baja por un episodio similar.
A partir de estas conclusiones, el juez al frente de la investigación se dirigió formalmente a las mutuas para obtener una explicación respecto a los motivos por los que este trabajador continuaba desempeñando su actividad. Según determina el Reglamento de Conductores, aquellos chóferes que hayan sufrido un ataque de epilepsia precisarán de un informe previo realizado por un neurólogo en el cual se asegure que el paciente no ha sufrido ataque alguno durante los últimos cinco años. Únicamente de esta forma le podrá ser concedida una licencia con duración de 24 meses.
Hasta el momento, ninguna de las mutuas involucradas se ha pronunciado al respecto.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.