La escalada de casos de tosferina en todo el país salpica Asturias: los síntomas y cómo se contagia

La tosferina, también conocida como pertusis —y más popularmente, como la tos de los cien días—, es la consecuencia de una infección bacteriana que afecta a las vías respiratorias y se inicia con síntomas muy similares a los de un resfriado común. Para prevenir sus complicaciones, que pueden desencadenar neumonías, bronquitis e incluso afecciones neurológicas, en España se vacuna a los niños contra la tosferina desde 1965. De ahí que la enfermerdad ya se diese prácticamente por controlada.

El Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades explica que síntomas de la tosferina suelen aparecer entre 5 y 10 días después de haber estado en contacto con las bacterias que causan la enfermedad. No obstante, a veces pueden pasar hasta 3 semanas antes de que aparezcan los síntomas.

Los primeros síntomas, como tos, febrícula o tinitis, pueden llegar a durar dos semanas y son similares a los de un catarro común. La principal característica es que la tos puede derivar en vómitos. El último periodo sintomático dura entre 4 y 6 semanas.

Síntomas posteriores

- Tos fuerte: entre una y dos semanas después de que empiecen los primeros síntomas, las personas con tosferina podrían presentar accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables (paroxismos). Estos accesos de tos generalmente duran entre 1 y 6 semanas, pero pueden durar hasta 10 semanas. Los accesos de tos generalmente empeoran y se vuelven más comunes a medida que la enfermedad continúa.

- Vómitos: un paciente que presenta tos y vómitos, es posible que tenga tosferina, por lo que debe acudir al médico.

- Estertor: en niños pequeños y bebés la tos puede derivar en estertor, un sonido que aparece cuando se toma aire.

- Cansancio después del acceso

- Dificultades para respirar

- Los bebés podrían tener dificultades para respirar. Los adolescentes y los adultos suelen tener síntomas leves

El contagio de la tosferina se produce por vía aerea a través de las pequeñas gotas que se desprenden al hablar o al toser, por ejemplo. Es más fácil que la enfermedad se propague cuando haya una mala ventilación.

Las personas contagiadas pueden propagar al tosferina desde que comienzan a tener síntomas hasta dos semanas después de que las primeras manifestaciones de la enfermedad.