Eva Heredia y Rosi Hevia, primera y tercera por la izquierda, abrazan a sus hijas Vanesa y Elena, respectivamente, a su llegada al pueblo de Orlé, en Caso. FOTOS: JESÚS MANUEL PARDO
Desaparecidas en la montaña asturiana

«Cada poco tocaba el silbato que me regalaron mis hijas»

Rescatadas las montañeras que pasaron dos noches solas en el monte en Caso. «Comimos moras y avellanas». Afirman que volverán a la montaña

MARTA VARELA

ORLÉ (CASO).

Miércoles, 27 de julio 2022, 01:10

En una vieja cabaña, cuya paja les sirvió de colchón y de abrigo, bebiendo agua del río y comiendo moras y avellanas. Así pasaron casi 48 horas las dos montañeras perdidas el domingo en los montes de Caso. Eva Heredia, de 61 años y vecina del barrio felguerino de Pénjamo, y Rosi Hevia, de 65 años y de Bimenes, eran localizadas pasadas las dos de la tarde de ayer por un grupo de efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y un bombero voluntario del Servicio de Emergencias 112 en un monte de Caso, Pandemules, a diez kilómetros de Orlé, en Caso, donde habían dejado el coche el domingo cuando iniciaron la ruta. Su localización fue posible gracias al sonido que escuchó la Guardia Civil: «Durante toda la mañana, hacía sonar cada poco el silbato que me regalaron mis hijas y me escucharon», relató Eva.

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Lo explicaba tras encontrarse con su familia en Orlé, a donde llegaron ayer sobre las seis de la tarde. «Escuchamos el helicóptero y nos reafirmamos en nuestra certeza de que nos estaban buscando. Sabíamos que la Guardia Civil o los bomberos llegarían hasta nosotras».

Mientras abrazaban a sus hijos, subrayaron que estuvieron «tranquilas». «Dormí toda la noche en una cama que me hizo Eva con la paja de la cabaña», apuntó Rosi. Y, según los efectivos de búsqueda, tomaron la mejor decisión: quedarse en la primera cabaña que encontraron y no moverse del lugar. Desde allí pudieron comunicarse con el 112 el lunes, pero la escasa cobertura impidió enviar la ubicación.

Sobre cómo llegaron hasta esa zona, alejada más de diez kilómetros de la ruta circular del pico Campigüeños que habían emprendido a las nueve de la mañana del domingo, manifestaron: «Nos despistamos bajando del pico, cogimos una canal que no era debido a que comenzaba a bajar la niebla». Un despiste que les hizo descender casi mil metros y llegar hasta Pandemules, en Caso, pero ya muy cerca del concejo de Piloña. Allí localizaron una vieja cabaña que convirtieron en su refugio. «No podíamos hacer nada, íbamos a estar en la cabaña hasta que nos localizasen», remarcó Rosi Hevia. Hasta ellas llegó uno de los dieciséis grupos que Bomberos de Asturias y el Greim estaban coordinando durante toda al jornada de ayer.

El jefe del Greim de Cangas de Onís, Pablo Villabrille, habla con Natalia, hija de una de las rescatadas.

El jefe supervisor de Bomberos de Asturias, Eduardo Rubio, explicó que «habían llegado a una zona orográficamente compleja, mala para caminar, pero fueron localizadas en buenas condiciones y pudieron caminar con el personal que las encontró, casi una hora, hasta una zona donde se las pudo trasladar en un vehículo desde la pista forestal de Espinaredo».

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«Mamá, del uno al diez: ¿cómo estás? Dime la verdad», le preguntó Natalia a Eva, su madre, en la primera comunicación que mantuvieron tras ser localizadas en la cabaña. Eva fue tajante: «Estoy de diez». Y es que la mayor preocupación de Eva y Rosi era cómo estarían sus hijos. Porque estaban, como es lógico, muy preocupados.

Natalia y Vanesa Iglesias, hijas de Eva Heredia, y Elena Castañón, hija de Rosi Hevia, llegaron al pueblo casín de Orlé en la tarde del domingo. Pasaron la noche en unas sillas de plástico bajo un minúsculo tejadillo mirando hacia el pico Campigüeños. «Teníamos que estar, pasamos un poco de frío, pero teníamos que estar», insistía Castañón. A sus espaldas, aparcado el coche de Heredia en el que se habían trasladado para caminar por los montes casinos. El lunes, al amanecer, los vecinos de Orlé se percataron de su presencia y todo cambio. Gaspar González y Gloria Canga les abrieron su casa. De forma natural su cochera se convirtió en una especie de cuartel general. Un centro al que durante toda la jornada se acercaron vecinos de Caso, familiares, integrantes de los grupos de montaña de Bimenes y Nava, y los alcaldes de Caso, Miguel Fernández, y de Bimenes, Aitor García.

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A la una de la tarde se inició una primera búsqueda coordinada por ellos. «Comenzamos a llamar a gente como a los guías de montaña de Outdoor de los Picos de Europa, que se ofrecieron a venir desinteresadamente, al igual que otros muchos que llegaron el martes a primera hora», precisó Natalia.

A última hora de la tarde -«ya pasaba de las ocho», recuerdan los familiares- comenzaron a llegar Bomberos y Guardia Civil. Las primeras incursiones en los montes casinos no dieron resultado, en parte por una densa niebla. Comenzaba la segunda noche para Eva y Rosi, en la cabaña, mientras sus hijas, instadas por los vecinos, se refugiaron en la cochera, a donde Gaspar y Gloria les bajaron unas hamacas. «Fue imposible hacerlas subir a las habitaciones, no querían moverse de la entrada de la ruta que habían cogido sus madres», recuerda Gloria.

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Fue el martes cuando se estableció un plan de rescate coordinado. A partir de las siete de la mañana comenzaron a salir grupos formados por entre tres y cinco personas para cubrir toda el área. Se formaron hasta dieciséis grupos. apoyados por la Unidad Canina de la Guardia Civil, y vecinos que recorrieron una amplia zona en sus caballos. Los familiares de las desaparecidas comenzaron a albergar esperanzas. Hasta la zona llegaba desde Huelva Alejandro, hijo de Rosi, que se bajó de su vehículo y se adentró en la montaña nada más saludar a su hermana.

El operativo de rescate se ponía en marcha y en Orlé los vecinos comenzaron el suyo propio. Primero llegaron café, chocolates, pastas caseras, magdalenas y frutas para que nadie se fuera a caminar sin desayunar. Y, después, bocadillos y bebida para que lo llevasen para el camino. No quedo ahí la cosa, porque mientras el operativo de rescate continuaba con su trabajo, los vecinos preparaban la llegada de los más de medio centenar de voluntarios y efectivos especializados. Llegaron tortillas, embutidos, empanadas, más bocadillos, refrescos, botellas de agua... El Ayuntamiento de Caso también contribuyó con empanadas y bebidas y, de nuevo, la cochera de Gaspar y Gloria se convirtió en el centro más solidario.

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Unas viandas que, una vez localizadas las dos montañeras y con la llegada de los grupos que habían salido en su búsqueda, comenzaron a desaparecer al tiempo que con la buena noticia se comenzaron a contar anécdotas de la jornada.

Durante cuatro horas se esperó la llegada de voluntarios y de las dos rescatadas, mientras bajaba la niebla y la silueta del pico Campigüeños comenzaba a desaparecer. «Si no las llegan a localizar con esta tarde, habrían tenido que pasar otra noche en la cabaña», apuntaba el regidor casín, ya aliviado, y quien durante toda la jornada estuvo pendiente de las dos familias.

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Dos de los agentes que formaban parte del operativo habían regresado de nuevo por la mañana a la zona de Poncebos para continuar con la búsqueda del montañero gijonés Javier Amigo. Les acompañaría un guía canino. Se sumaban así a la búsqueda del deportista después de que un helicóptero aguardara durante la noche en Cangas de Onís para retomar el rastreo, que no fue posible hasta pasadas las 13 horas debido a la niebla. Javier Amigo lleva desaparecido desde el domingo, cuando hacía la ruta del Canal del Texu (Cabrales), con la intención de encontrarse con un grupo de amigos que bajaban de Bulnes y con los que había quedado para comer en Poncebos junto con su mujer y su cuñada. Sin embargo, poco después, tuvieron que acudir al rescate de otra montañera que se había lesionado un tobillo bajando del refugio de Cabrones, en el límite de la canal de Anues. La mujer se encontraba en un lugar de complicado acceso, por lo que fue necesario trasladarla en una camilla a píe lo que dificultó el rescate. Con posterioridad, se sumaba la unidad de drones de la Guardia Civil para dar con el paradero del gijonés. Sin éxito. El operativo se reanuda hoy.

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