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LUCÍA LÓPEZ PÉREZ
GIJÓN.
Martes, 12 de julio 2022, 04:13
Pasar las vacaciones en familia supone para muchos reconectar con las personas que más queremos. Las largas jornadas de trabajo y estudios parecen merecer la pena con la llegada de los días de descanso. Sobre todo si se viaja fuera de casa, huyendo del calor ... y buscando lugares más frescos. Y más verdes.
Prados, montañas inmensas y nubes al alcance de la mano. Así recibió Asturias a Toñi Granados y Manuel Sanz, un matrimonio de Aranda de Duero, que ha decidido pasar unos día en Gijón en compañía de sus hijos, Ismael y Alicia. Para la pequeña de la familia, es la primera vez que visita la región, por lo que la ilusión es aún mayor, tal y como confiesa: «Tenía muchas ganas de venir a Asturias y conocerla».
No es así el caso de su hermano, Ismael, quien como afirman sus padres «ya había estado aquí cuando era más pequeño». Sin embargo, visitar Asturias siempre es motivo de ilusión y emoción, especialmente cuando la memoria falla y los recuerdos tienen que volver a construirse.
Por lo que dejarse embaucar por las vistas que ofrece esa puerta a otra dimensión, llamada el Negrón, no es tarea complicada para aquellos que vienen de paisajes que guardan un encanto más seco. «Lo que más nos gusta de Asturias es que aquí todo es verde, nuestra tierra es más amarilla y cuando pasas Pajares es increíble el cambio» admitía Ismael.
Pero no solo los colores del paisaje hacen las delicias de esta familia que, pese a no ser su primera vez en Gijón, siempre encuentra algo que les vuelve a enamorar. El tiempo, en esta ocasión, ha sido el mejor que podían encontrarse. Temerosos de que les pillara una lluvia que igualmente agradecerían, no las tenían todas consigo cuando llegaron el domingo. Pero se encontraron con un cielo completamente despejado: «No esperábamos lluvia, pero sí que hubiese muchas más nubes» afirmaba Toñi. No obstante, la ausencia de nubes no hace que el calor sea un agobio, «hace sol pero no hace calor, que se agradece».
Su agenda no está demasiado apretada. Fluir y dejarse llevar es lo único que se encuentra en sus planes. Tal vez visitar algún lugar reseñable de la ciudad como el acuario o las 'letronas' entre en su itinerario, como lo hizo la gran fiesta final del Metrópoli -todo un recibimiento para unos días de descanso y diversión-. Pasear por la Semana Negra, subirse a la inmensa noria a contemplar las vistas o comer en un buen chigre asturiano son algunos de los imprescindibles que mantienen en su plan. En definitiva, aprovechar el tiempo que les queda antes de volver a casa en un paraíso que, tal y como dice Ismael, «siempre es bonito».
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