Un barquillero se seca el sudor en la playa de Salinas. MARIETA

«Apenas salgo de darme un baño y tengo que volver al agua para no achicharrarme»

Las playas son el principal refugio contra las altas temperaturas, mientras las heladerías aseguran «no dar abasto» algunas horas

MARINA MARTÍN

SALINAS.

Domingo, 5 de agosto 2018, 06:28

No todos los días hace día de playa en Asturias. Y de hecho es mucho más común escuchar quejas por la incesante lluvia que por un calor insoportable. Esto, sin embargo, ha cambiado este fin de semana, en el que las temperaturas alcanzan casi ... los treinta grados y la playa tienta más que nunca.

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Para luchar contra el calor en los arenales, cada uno encuentra sus propios métodos. Y el más común, obviamente, es bañarse. «Apenas salgo de darme un baño y tengo que volver al agua para no achicharrarme, no puedo estar más de media hora fuera», comenta Sandra Quevedo, llegada desde Madrid a Salinas en busca del fresco del norte. Ignacio Calatayud, de Valencia, lo pone en contraste con lo que ocurre en el Mediterráneo, «donde te metes al agua para refrescarte pero sales como estabas».

Los que no son tan aficionados a los chapuzones buscan otras alternativas contra las altas temperaturas, con el refugio de la sombrilla como la más común. «No me planteo venir a la playa sin ella», cuenta Daniel Palma a resguardo bajo la suya. «Hay días que he venido desde Oviedo con el coche y al llegar he visto que me la he olvidado y he vuelto a por ella», asegura. «No exagera, lo ha llegado a hacer de verdad», ratifica su pareja, que prefiere estar al sol.

Los helados son otra opción para refrescarse. «Me compro dos o tres en toda la tarde», comenta Ethan Murillo. «Se le va toda la paga en helados, pero él sabrá», bromea su madre, quien añade que a ella «con el calor se me va el hambre, solamente bebo». No es tan raro, pues de las heladerías se puede ver casi la misma cantidad de gente saliendo con helados que con botellas de agua o refrescos fríos. «Hay momentos en los que no damos abasto, vienen muchísimos clientes», aseguran desde la heladería Revuelta, de Llanes. «Se han unido la ola de calor y el inicio de agosto, y se ha notado un tirón. Parece que por fin llegó el verano», añade Daniel Pérez, de Helados El Asturiano, en Luarca.

Posiblemente una de las personas que estos días más sufra el calor en las playas sea el joven que trabaja disfrazado de calamar como mascota del festival Surf, Music & Friends de Salinas. «Voy con el traje puesto tres horas diarias y sudo mucho, muchísimo». Para refrescarse va descalzo y, desde la experiencia, recomienda «beber mucho, pasar todo el tiempo posible a la sombra y dejar que el cuerpo sude para que se enfríe».

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