Asturias vivirá dos días más de calor antes de la llegada de un nuevo frente el domingo

Asturias encara la recta final del estado de alarma, que acaba a las 0 horas del 9 de mayo, con buen tiempo y temperaturas agradables, aunque la inestabilidad ganará protagonismo durante el domingo. El Principado va a aliviar las medidas contra el coronavirus a partir del viernes, 7 de mayo, jornada en la que se esperan cielos poco nubosos y temperaturas similares a las de este jueves, con máximas que superarán los 20 grados en toda la región.

De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un ascenso de las temperaturas más altas en la zona suroeste, aunque el mercurio podrá descender ligeramente en el resto del Principado, sobre todo en la costa oriental.

El inicio del fin de semana será similar. Los cielos permanecerán prácticamente despejados durante el sábado y los valores mínimos irán en ligero descenso, mientras que los máximos aumentarán hasta llegar a los 27 ºC en Cangas del Narcea. El incremento de las temperaturas va a ser más notable en los Picos de Europa.

No obstante, la inestabilidad regresará a Asturias el domingo, a causa de la llegada de un frente frío, vinculado a la formación de una ciclogénesis explosiva en aguas del Atlántico.

De esta forma, el domingo será un día nuboso, sobre todo en el oeste, y se esperan lluvias, que irán acompañadas de tormentas ocasionales en la cordillera. Las temperaturas máximas van a bajar de forma notable, principalmente en las zonas altas del interior de la región. Además, la Aemet prevé rachas muy fuertes de viento en la cordillera.

Según ha detallado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, entre este jueves y el viernes formará una borrasca cuya profundización probablemente se lleve a cabo de manera muy rápida, por lo que se puede hablar de ciclogénesis explosiva, algo que ocurrirá lejos de la Península Ibérica.

Este fenómeno ser irá desplazando hacia Irlanda durante el fin de semana, aunque se podrán notar sus efectos en la Península. Primero el sábado, ya que enviará vientos del sur que elevarán las temperaturas en la mitad norte y a orillas del Cantábrico, donde ese día se superarán los 30ºC y aumentará, por ende, el riesgo de incendios forestales. En segundo lugar, el domingo, ya que un frente asociado a esta borrasca provocará un «marcado cambio de tiempo», de modo que habrá lluvias en amplias zonas y los termómetros caerán de forma notable.