Cinco horas para ir de Gijón a León en tren

«Acabamos de llegar a León tras cuatro horas y media de viaje«, relata la ovetense Gloria Mier, tras haberse subido al tren en la capital asturiana a las ocho menos veinticinco. Atiende a EL COMERCIO mientras procede »al trasbordo a un tren peor, con menos espacio, porque por motivos de seguridad nos ha dicho Renfe que hay que pasar a ese vehículo, que está sensiblemente peor que el Alvia en el que veníamos. Ahora llegaremos a Madrid sabe Dios cuándo«. Para los viajeros procedentes de Gijón han sido cinco horas de reloj las que se tardaron hoy para llegar a León, cuando el horario teórico de Renfe indica que ese servicio debería haber llegado a Madrid a las 12:01. En cuatro horas y once minutos.

Es una historia repetida, la de los retrasos del tren entre Asturias y León, agravada ayer y hoy por la gran cantidad de nieve, que obliga, según los protocolos de Renfe, a cambiar de tren en León porque los rodales del Alvia pueden estar congelados cuando llegan a la capital leonesa y hay que cambiar de ancho de vía.

Gloria Mier, que no viaja con especial prisa, optó por tomárselo con relajación y hacer fotos del viaje. «Estar, está precioso, pero resulta cansino ir a 30 kilómetros por hora todo el tiempo. En La Robla, además, nos hicieron retroceder un poco, no sabemos por qué». A ello hay que añadir que «en el Alvia, también sin que nos explicasen, no había servicio de cafetería», una comodidad que en la duración habitual del viaje a León, de menos de dos horas, puede no ser del todo necesaria, pero que sí resulta precisa para muchos viajeros cuando hasta León se tardan, como hoy, cinco horas. Sin perder el humor, Gloria Mier indicó que «casi hubiera sido mejor venir en bicicleta», aunque entiende que quienes hacen el viaje por motivos laborales o con los horarios muy ajustados el retraso que está sufriendo hoy el servicio es inaceptable.